Básquet - En el recuerdo

Miércoles 12 de Agosto de 2020 - 08:52 hs

Antes de Ginóbili, en Bahía Blanca se vivió la revolución del Beto Cabrera

Dueño de visión de juego ejemplar, una velocidad de repentización ideal y una capacidad de salto no vista hasta su irrupción, el base-escolta se transformó en emblema dentro de la 'capital nacional' del básquetbol. Se cumplen 20 años de su muerte.

Aún cuando el mito Emanuel Ginóbili todavía no había llegado, el básquetbol de Bahía Blanca vivió una verdadera revolución con la aparición de Alberto 'Beto' Cabrera, de cuyo fallecimiento se cumplirán mañana 20 años.

Dueño de una visión de juego ejemplar, de una velocidad de repentización ideal y una capacidad de salto no vista hasta su irrupción, el base-escolta se transformó en emblema dentro de la denominada 'capital nacional' del básquetbol.

'Beto' nació el 16 de diciembre de 1945 y falleció el 12 de agosto de 2000, a los 54 años. También se lo conoció bajo el apodo de 'Mago' o 'Mandrake', por el título de una revista deportiva de la época.

Cabrera transformó un básquetbol lento y reducido al 'uno contra uno' en un juego dinámico, de equipo y con desarrollo de sistemas, tanto en defensa como en ataque.

Se inició en el club local Estudiantes a los siete años. Y ya con 16 debutó en la Primera División. También vistió fugazmente la camiseta de Gimnasia y Esgrima La Plata (1976-1977).

Asimismo, formó parte del seleccionado nacional, con el que jugó los Mundiales Uruguay (1967) y Puerto Rico (1974), más los Sudamericanos 1969, 1971, 1973 y 1979, disputado en su ciudad natal, y que se transformó en el único título internacional a lo largo de su fructífera carrera (90-85 a Brasil en la final en el estadio Osvaldo Casanova).

Meses antes de su fallecimiiento, 'Mandrake' fue elegido como 'el deportista del siglo' en Bahía Blanca. Y, además, tuvo el mérito de lograr tres Olimpias de plata (el tradicional premio que el Círculo de Periodistas Deportivos otorga anualmente a los mejores deportistas nacionales de cada disciplina) en las ediciones 1970, 1973 y 1974

Cabrera aseguraba traslados rápidos, garantizaba eficaces penetraciones al aro y muy buena fiabilidad tanto en tiros de corta, media y larga distancia. Pero también se erigió en un muy buen defensor, con la capacidad suficiente como para marcar no sólo a los que llevaban el balón sino también para interceptar la línea de pase.

La calidad del 'Beto' trascendió las fronteras de Bahía Blanca. Y eso que llegó al básquetbol casi de casualidad.

"En Estudiantes se iba a realizar un torneo de natación y quería verlo. Pero como no tenía guita para pagar la entrada hicimos un acuerdo con el control que me dejaría pasar si al día siguiente me hacía socio para practicar deportes", evocó Cabrera a la revista 'El Gráfico' en los albores de su carrera.

De pequeño se vinculó a Estudiantes y fue dirigido por el entrenador Víctor Barco.

Cabrera, con 1,85 metros de altura, se erigió en el mejor de su época (las décadas del '70 y '80) por talento, capacidad de gol, marca y visión periférica. Además adoptó un criterio profesional en los entrenamientos que lo diferenció del resto.

'Mandrake' entrenaba en soledad a la mañana en el estadio Casanova, escenario al que regresaba a la tarde para quedarse hasta casi las 23.00, cuando cerraba las prácticas del plantel de Primera.

En períodos en los que el profesionalismo no permitía dedicarse por completo, el base también se desempeñaba como empleado en el Banco del Sud, en la empresa Berkeley Seguros y, luego desarrolló una Pyme propia.

Cabrera es el responsable de que en su Bahía Blanca natal florecieran 23 gimnasios cerrados para jugar al básquetbol.



'Beto' también fue DT de Estudiantes (17 triunfos y 20 derrotas en su gestión), pero casi nadie lo recuerda por ello en Bahía Blanca.

El transeúnte común de la ciudad lo evoca por su notable visión de juego, por el trotecito que encaraba para llegar al Osvaldo Casanova a entrenarse o bien por el cafecito que se tomaba en la Galería Plaza, cuando tenía allí un local de ropa deportiva.

Fuente: Télam