Los Brooklyn Nets llegaron a la burbuja Orlando mermados por las bajas. Sin Durant e Irving, los grandes fichajes y auténticas súperestrellas de la liga, la franquicia neoyorquina se veía con pocas opciones de tener un buen papel en los Playoffs por el anillo. El pase lo tenían garantizado, pues Washington no tenía apenas margen para poder meterse en la pelea. Ahora, tras sellar el billete, se verán las caras en primera ronda con los vigentes campeones, los Toronto Raptors. Pero van con otra cara, con un Caris LeVert asumiendo galones y mucho corazón.
Sin titulares pero con firmeza, ideas claras y el buen hacer de LeVert se plantarán ante los canadienses con nada que perder. Nadie sabe qué puede pasar, aunque a priori deberían hacer las maletas a las primeras de cambio. Sin embargo, este papel de equipo mediano cambiará cuando Durant e Irving, los líderes de una franquicia en reconstrucción, vuelvan a las pistas tras superar sus lesiones. Ahí se verá a otro equipo, que tratará de hacerse importante en el Este, peleando por los primeros puestos de la Conferencia. El equipo se hizo para eso.
Y claro, también quieren a un nuevo entrenador que sea capaz de gestionar egos y, sobre todo, cree una cultura de trabajo acorde a lo que es la franquicia y sus jugadores. Y ese no es ni más ni menos que el mismísimo Gregg Popovich, técnico de los San Antonio Spurs que, por primera vez tras 22 años seguidos, se queda fuera de los Playoffs. Un mazazo al que restó importancia tras ver el equipo que presentaba en Orlando. Resulta utópico, más cuando se sabe que 'Pops' está bajo contrato todavía.
No obstante, en los Nets están esperanzados de poder ir más allá y aprovechar este momento histórico para los Spurs para tratar de reclutar a uno de los mejores entrenadores de la historia de la liga. Pese a su enorme fidelidad con San Antonio, en el que ha permanecido desde que aterrizó en 1996, nadie echaría en cara que quisiera mover ficha para aterrizar en un equipo que aspira, una vez tenga a todas sus piezas sanas, al anillo. En los Spurs difícilmente vuelva a conseguirlo.
Popovich es un tipo inteligente, con la cabeza amueblada y sin nada que demostrar a la NBA. Ya lo ha hecho todo y un movimiento ahora en busca de otro éxito no haría más que aumentar su legado. No rubricaría su carrera con el mismo equipo, pero la gente se lo perdonaría. A veces, uno debe cambiar cuando ya no se puede sacar más. De llegar a Brooklyn, la cultura del vestuario cambiaría radicalmente. Ya lo hizo durante su estancia en Spurs, con múltiples jugadores de caracteres diferentes. Años y años de militancia y, ahora, aunque suene descabellado, podría poner rumbo a una zona icónica de Estados Unidos. Los Nets, a la búsqueda del anillo con Durant e Irving.