Unión dio el primer paso pero le restan varios para armarse de cara a la Liga Argentina 2020-21, competencia que no tiene claridad en cuanto a formato de disputa y fecha concreta de iniciación.
La realidad es que los rojiblancos ya no pueden seguir esperando, pues entre la crisis económica que genera la pandemia, con el consiguiente éxodo importante de jugadores, la situación era lógica: jugadores de categorías menores subieno a la elite.
Entonces, el mercado de oferta comienza a acotarse y es necesario cerrar acuerdos para darle forma al roster que viene, que no va a diferir con lo que viene pasando desde 2013 a esta parte: Unión en contadas ocasiones pudo renovar contratos de fichas mayores.
Acá es sano y saludable resaltar, no solamente la continuidad de un cuerpo técnico donde Juan Francisco Ponce intentará como DT en jefe poder cerrar una campaña entera al comando del equipo profesional.
Por otro lado, entre las 8 renovaciones oficializadas vemos un interesante dato: de los 6 U23, cuatro pisaron la cancha de manera asidua la 2019-20: Andrés Jaime (24.6), Matías Borsatti (22), Pablo Bandeo (13), Julián Salaberry (11.6). Más atrás asoman Matías Rippstein (4), Nicolás Reynoso (9,1). En cuanto a los mayores: Jordi Godoy (20.2) y Francisco Alloatti (17.8).
Ahora bien, en función de lo que resta contratar, se puede establecer dos lecturas: por un lado traer cuatro jugadores mayores, o bien aprovechar la polifuncionalidad de algunos, sumar tres caras nuevas y subir a la lista de mayores a un U23.
Pareciera tomar este segundo camino el cuerpo técnico tatengue, que ya está analizando el mercado para sumar un base que pueda compartir el armado con Andrés Jaime (también puede subir la bola Godoy) y el juvenil Díaz Muller.
En la posición de escolta, donde la campaña anterior estuvo Diego García (11,1 puntos, 1,4 rebotes y 2,1 asistencias en 22′ promedio durante 31 juegos), Ponce tiene al propio Godoy, junto a Borsatti (podría ser anotado como mayor), Salaberry y el juvenil Reynoso.
La gran apuesta de Unión era retener a Pablo Osores (12,8 puntos y 4,8 rebotes), algo que no sucedió, por lo que un 3-4 es la misión a contratar. De atrás Pablo Bandeo (puede jugar también como cuatro abierto) completaría el rol. Es importante señalar que Gastón Marozzi (15,3 puntos y 7,8 rebotes con 40,1% en triples) apenas jugó 17 de los 31 partidos por lesión, pero era una ficha importante para el equipo.
Finalmente, Unión en la zona pintada cuenta con Francisco Alloatti y Matías Rippstein. Perdió a Pablo Martínez (13,8 puntos, 6,8 rebotes y 1,2 asistencias), en una posición que ocupó transitoriamente el venezolano Kelvin Caraballo (7,5 puntos y 6,1 rebotes en 15 partidos).
En definitiva, de acuerdo al presupuesto y el estilo de juego que implementa el joven estratega santafesino, en los próximos días se develará la incógnita con los jugadores nuevos que llegarán a Santa Fe para darle continuidad al proyecto profesional por octava temporada consecutiva.