Seguro alguna vez te ha pasado que después de freír tus alimentos te sobra aceite en el sartén, pero por nada del mundo querés desperdiciarlo. Aunque puede ser una manera de “ahorrar”, ¿sabés cuántas veces podés usarlo sin que sea dañino para tu salud?
Quizá creas que es una exageración, que lo has usado varias veces y nunca te pasó nada. Sin embargo, calentar el aceite de cocina en repetidas ocasiones a una temperatura mayor a 200°C puede causar problemas de salud, ya que durante la cocción se generan compuestos como los hidrocarburos aromáticos policíclicos, los cuales tienen efectos cancerígenos, de acuerdo a la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades.
Así mismo, un estudio describe que el consumo o inhalación de los aceites de cocina calentados repetidamente es altamente perjudicial debido a que el humo aumenta la incidencia de células aberrantes relacionadas con tumores malignos en cáncer de pulmón, colorrectal, de mama y próstata.
Después de que lo usás por primera vez, podés volver a usarlo máximo una vez más. Los aceites vegetales refinados o ultraprocesados son más inestables al calor y producen compuestos dañinos, asegurate que no sean altos en ácidos grasos poliinsaturados omega 6.
Si vas a reciclarlo por única vez, retirá los restos de comida quemada y una vez que esté frío guardalo en un recipiente de vidrio en un lugar fresco como la alacena. Si no vas a volver a usarlo no lo deseches por la pileta porque solo contaminás, vertilo en una botella de plástico, tapalo bien y tiralo a a la basura.