La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció que hay cada vez más evidencia de que el coronavirus puede propagarse por pequeñas partículas suspendidas en el aire.
La transmisión aérea no se puede descartar en escenarios con multitudes o en lugares cerrados y poco ventilados, dijo este miércoles un representante del organismo. Si se confirma esa evidencia, las guías de conducta en espacios cerrados podrían cambiar.
En una carta abierta, más de 200 científicos de 32 países acusaban a la OMS de subestimar la posibilidad de transmisión aérea del virus.
Hasta la fecha, la OMS había dicho que el virus se transmite a través de las gotículas emitidas al toser o estornudar.
"Queríamos que (la OMS) reconociera la evidencia", le dijo José Jiménez, un farmacéutico de la Universidad de Colorado que firmó el documento, a la agencia de noticias Reuters.
"Definitivamente este no es un ataque contra la OMS. Es un debate científico, pero sentimos que era necesario hacerlo público porque rehusaban escuchar la evidencia después de muchas conversaciones que tuvimos con ellos", agregó.
Otro de los signatarios, el profesor Benjamin Cowling, de la Universidad de Hong Kong, dijo a la BBC que la conclusión tenía "implicaciones importantes".
"En entornos sanitarios, si la transmisión aérea representa un riesgo, los trabajadores de la salud deberían usar el mejor equipo profiláctico posible... Y en realidad la Organización Mundial de la Salud dijo que una de las razones por las cuales preferían no hablar sobre la transmisión por aire del covid-19 era porque no había suficientes máscaras especializadas de este tipo en muchas partes del mundo", expresó.
"Si creemos que la transmisión por aire implica un riesgo particular, entonces deberíamos pensar cómo podemos evitar los eventos superpropagadores, los brotes grandes y aquellos que pueden ocurrir en ambientes cerrados con poca ventilación, aglomerados y en los que se da el contacto cercano prolongado".
Con respecto a la investigación de estos científicos, el médico neumonólogo y alergista Martin Maillo afirmó por LT10 que “ellos demostraron que el virus puede quedar suspendido en el aire y ese aire contaminado puede ser causa del contagio de otras personas".
Según el especialista, "sabemos que una persona enferma puede contagiar a otra si nos respira muy cerca (por eso el distanciamiento de 2 metros) también si tocamos superficies contaminadas y luego nos llevamos las manos a la cara, y la tercera es la que se menciona en este documento: básicamente una persona enferma que respira en un habitación, se va y las gotas quedan suspendidas en el aire, y una persona sana entra y se infecta respirando esas gotas suspendidas".
Esa suspensión de partículas puede darse entre 2 y 4 horas, dependiendo del flujo de aire del lugar. Por ese motivo, se refuerza que es de gran importancia la ventilación de espacios cerrados, para evitar el contagio.