Desde este martes, el hospital José María Cullen puso en práctica un protocolo para que familiares de pacientes con coronavirus puedan acompañarlos mientras cursan la enfermedad. El presidente del comité de Bioética de ese nosocomio, Pablo Dusso, dio detalles al respecto por LT10.
Según comentó, ya para el mes de julio el equipo de trabajo comenzó a sospechar que en Santa Fe se iba a dar la misma evolución del Covid-19 que se percibía en Buenos Aires y previamente en Europa, y que la circulación comunitaria "era solo cuestión de tiempo". Además, por ese entonces observaban que la contención se pensaba para los seres queridos de los infectados, de forma tal que puedan "hacer el duelo" en casos críticos.
Por ello, en el Cullen se creyó "necesario" prepararse, pero no sólo para el bien de los familiares sino también para el de los pacientes. Y entre estos últimos, tanto para aquellos críticos como para otros cuyo estado no es grave. "Al estar el paciente aislado, sobre todo bajo determinados cuadros psíquicos o si son ancianos, el estado anímico tiene mucho que ver con la evolución de la enfermedad. Está comprobado que pacientes que no tienen motivos por los cuales luchar bajan los barazos y se entregan", explicó Dusso.
Visitas protocolizadas
El profesional señaló que el acompañamiento a los pacientes Covid está "protocolizado".
En primer lugar, la posibilidad se ofrece en su totalidad a los enfermos críticos. Para los demás casos, un equipo multidisciplinario compuesto por profesionales de la salud, infectólogos y otros evalúa cada situación en particular, por aquello de que el aislamiento y la soledad pueden agravar los cuadros de Covid.
Para seleccionar al familiar que hará las visitas -que es uno solo-, se tiene en cuenta que no sea una persona de riesgo (mayor o con comorbilidades como la obesidad).
El tiempo de acompañamiento es de unos 15 minutos diarios, pero toda la preparación del familiar y las instrucciones que recibe llevan unos 45 minutos. "Todo esto requiere tiempo y recurso humano", resaltó Dusso.