La ciencia demostró que el covid-19 se contagia por el aire, especialmente en lugares cerrados y sin ventilar. Las autoridades sanitarias internacionales reconocen que existen tres formas de contagiarse por coronavirus: a través de las gotas que expulsan los contagiados al hablar, toser o estornudar, las superficies contaminadas (el menos probable según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU.) y las partículas infecciosas que exhala un enfermo y que quedan suspendidas en el aire en ambientes cerrados (llamada infección por aerosoles).
Al principio de la pandemia se creía que la principal vía de contagio eran las gotas que emitía un enfermo. Con el paso del tiempo se demostró que no tomar los recaudos necesarios en espacios cerrados también tiene efectos devastadores por la emisión de esas partículas con el virus.
Al hablar alto se emiten 50 veces más que cuando se está en silencio. Estos aerosoles se diluyen con la ventilación, pero si no hay se concentran en el ambiente.
Desde el inicio de la pandemia se destacó que las chances de enfermarse son mayores en un espacio cerrado sin ventilación. Sin embargo, un simulador demostró que se pueden reducir los riesgos si se utilizan todas las medidas de prevención (distanciamiento físico, uso de mascarillas, ventilación y reducción del tiempo de reunión).
El riesgo de infección por covid-19 se puede calcular a partir de una herramienta desarrollada por el experto en química y dinámica de partículas en el aire de la Universidad de Colorado, José Luis Jiménez, y que dio a conocer el medio español El País.
Pese a todo lo expuesto, los expertos advierten que la precisión de este simulador es limitada porque se fundamenta en cifras que son inciertas, por ejemplo, cuántas partículas infecciosas emite un enfermo, del mismo modo que hay variables que no se pueden calcular.
Según este método, se puede estimar qué probabilidades hay de un contagio en una reunión familiar, un bar o una escuela.
- Si en una casa se juntan seis personas y una de ellas está contagiada: si pasan cuatro horas sin tapabocas y hablando en voz alta, se contagiarían las otras cinco personas independientemente de la distancia. Si se usara la mascarilla, serían cuatro los enfermos, puesto que los tapabocas no evitan los contagios cuando la duración del encuentro es prolongada. El riesgo de contraer la enfermedad se reduce a menos de una cuando el grupo usa tapabocas, el encuentro dura poco y además el ambiente se ventila.
- Si hay 15 personas y tres empleados en un bar o restaurante sin ventilación: sin tomar ninguna precaución, en cuatro horas se contagiaron 14 clientes. Con el uso del tapabocas, se reduce hasta los 8 contagios. Si se cuenta con ventilación mecánica y se acorta el tiempo que se pasa en el local, las chances caen hasta apenas un cliente.
- Si hay una aula con 24 alumnos sin ventilación y el infectado es el profesor: en 2 horas sin medidas de prevención, la mitad de los estudiantes se contagiarían. Si todos usaran tapabocas, solo 5 se enfermarían. Si se le suma ventilación y la lección dura una hora para luego renovar el aire, el riesgo es mínimo.