El DT Juan Azconzábal dejó en claro la necesidad de bajar la cantidad de integrantes del plantel, que llegó a los 40 durante la temporada pasada. Entonces, se venía una depuración, que ya dejó varias bajas. Es por ello que la pretemporada la comenzaron 33 jugadores, pero también se precisa incorporar, por lo que habría más salidas.
En este sentido, vuelve a suscitarse el problema de la superpoblación de arqueros, ya que el lunes deben presentarse a los entrenamientos Ignacio Arce y Joaquín Papaleo, que terminaron sus préstamos en San Martín de Tucumán y Temperley, respectivamente.
En el caso del primero, se cumplieron ya dos cesiones y la única forma de continuar era mediante la compra del pase, algo que es factible para el Ciruja. En tanto, el Gasolero no tenía opción para extender la estadía del santotomesino, que jugó todos los partidos de titular en la Primera Nacional.
En consecuencia, Unión pasaría a tener cinco guardavallas con contrato, porque ya estaban Sebastián Moyano, Marcos Peano y Federico Bonansea. Un tema que deberá resolver Vasco, que desde ya no puede contar con tantos para una sola competencia. Tanto Arce como Papaleo no hablaron con el técnico, en un dato que los deja muy relegados en este sentido.
El tema es ver qué pasará, porque tienen vínculo. Ya salieron varias veces a préstamo, por lo que no sería extraño que se llegue a un acuerdo de rescisión y se queden con el pase. Una cuestión importante a resolver antes del regreso de la competencia.