La novela de Franco Troyansky escribe un nuevo capítulo cada día. El jugador ya se habría hecho la revisión médica en Buenos Aires, pero todavía no pudo cerrar su arribo a San Lorenzo a raíz de las diferencias que surgieron en la forma de pago del préstamo. Unión solicita avales, ya que de lo contrario no lo largará, por más que el jugador presione.
La dirigencia se quiere asegurar para que no suceda lo mismo que con los hermanos Pittón, ya que el Ciclón todavía no terminó de pagar la compra que se concretó en 2019 (en ese lapso, vendió a Mauro a Vélez). Entonces, en Santa Fe no quieren saber nada con pisar otra vez en falso y que vuelva a quedar una deuda. Busca de qué agarrarse y por eso, la tratativa se enfrió, pero no se cayó.
El escenario está claro: si el Ciclón no mejora los términos que Unión puso sobre la mesa, el pase no se hará. Vale recordar que son 200.000 dólares por el préstamo y dos opciones de compra (una en junio y la otra en diciembre). Pero lo coyuntural radica en el pago inmediato.
Por más que Pocho insista en que te todo se dé, Unión es quien tiene la sartén por el mango y tiene predisposición para negociarlo, pero no regalarlo. En la tendencia que surge de "apretar" para salir, el Rojiblanco se puso firme. ¿Cómo terminará esta historia?