Sabiendo que el inicio del juego sería clave, la intensidad defensiva no debía negociarse, y así fue. El Griego respondió bien en ese costado, corrió la cancha cuando pudo y apostó a las bolas internas con Josh Nzeakor (14 puntos) para hacer la diferencia y quedarse con el primer cuarto por 25-17.
El segundo segmento se hizo más desordenado, aunque el Verde intentó responderle a su libreto previo y recogió lo que sembró. Hasta los perimetrales apostaron más por la pintura con cortes punzantes y la brecha se estiró.
¿Bahía? Dependió de la mano de Fausto Ruesga (17), que tiró el carro ofensivo pero no fue suficiente como para contrarrestar lo de Atenas. Fue 48-32 y a descansar a las bancas.
Para el tercero, cuando los de Cristian Colli tomaban máxima aparecieron los bahienses con destellos de su mejor versión y la aparición de Bautista Lugarini, para acortar el score y ponerse en juego (62-55) al final del cuarto.
En el último, costó. Mucho. La necesidad de los dos por regresar al triunfo jugó un papel extra. A 3'07 del final con el 73-73 empezaba un nuevo partido, cargado de tensiones. Primero Bahía se adelantó 76-75. Luego Leo Lema falló los dos libres y Lucas Machuca robó un balón para recuperar la diferencia (77-76).
¿Qué pasó después de eso? Igualdad, nervios e igualdad. Sin ventajas y 79 iguales para ir a tiempo extra. En el primer extra fue cúmulo de errores y aciertos de ambos. Con figuras, pero también paridad para quedar ambos en 87.
Y para el final, una ofensiva de la galera para Atenas. Triple de Rossi, libres de Nzeakor y 101-96 con el que, con mucho esfuerzo, Atenas se quedó con el triunfo.