Si no seguís las recomendaciones de tu médico sobre cómo tomar los antibióticos, estás complicando el tema. Estos algunos de los errores más comunes y potencialmente graves que pueden cometerse:
1. Usar antibióticos para tratar una infección vírica: muchas infecciones no es necesario tratarlas con antibióticos, los cuales sólo deben usarse para tratar infecciones por bacterias, como la cistitis, nunca para las infecciones por virus, como los resfriados comunes o la gripe.
2. Dejás de tomarlos tan pronto como te sientes mejor: el médico te da un tratamiento de 7 a 10 días, pero empezás a sentirte mejor a los pocos días de comenzar a tomalo, y lo dejás. Esta es una de las peores cosas que podés hacer cuando estás intentando combatir una infección bacteriana.
Puede que te sientas mejor, pero tu cuerpo todavía está luchando contra la infección. Durante los primeros días el antibiótico ha reducido la carga bacteriana que ha provocado la infección, y por eso te sentís mejor, pero no la ha eliminado por completo. Para deshacerte de manera efectiva las bacterias causantes de infecciones, debés terminar el tratamiento.
Cuando dejás de tomarlo antes de tiempo, la infección puede volver a aparecer e incluso puede que sea necesario repetir nuevamente todo el tratamiento o incluso tomar un antibiótico más fuerte para controlar la infección. Este mal uso de los medicamentos es también clave para que las bacterias se hagan resistentes a los antibióticos.
3. Dejás de tomarlos porque te producen náuseas: son uno de los efectos secundarios más comunes cuando se están tomando antibióticos. Lo primero es asegurarte que estás tomando el medicamento correctamente. Puede que sea mejor tomarlo con o sin alimentos, evitar los productos lácteos o agregar un probiótico para ayudar a aliviar algunas de las náuseas estomacales.
4. Los almacenás para la próxima vez: esta es una mala idea por varias razones. Primero porque significa que has dejado los antibióticos antes de acabar el tratamiento. Segundo, porque podrías automedicarte en un futuro. Decidir si necesitás o no un antibiótico es algo que debería hacer un médico. Tomarlo cuando no se necesita o tomar uno que no es correcto ayuda a crear bacterias resistentes a los antibióticos.
5. Compartir los antibióticos: pueden tener efectos diferentes en cada persona, además de producir reacciones alérgicas que podrían ser graves o mortales.