En un San Lorenzo que hizo historia, José Vildoza asumió la responsabilidad de matizar las bajas de los extranjeros y se convirtió en el líder ofensivo de un Ciclón que ganó su quinto título consecutivo en un apasionante quinto juego frente a Quimsa. Pepe firmó una planilla de 18 puntos, dos rebotes y dos asistencias en 31 minutos en una actuación que le permitió coronarse como el jugador más valioso de las Finales.
Pepe fue elegido por 7 de los 16 especialistas que participaron de la votación. Fue una reñida votación con Nicolás Aguirre, quien celebró su sexto campeonato consecutivo y cosechó seis votos tras su fantástica actuación, tanto en ataque como en defensa, a lo largo de los cinco partidos. Máximo Fjellerup, que creció en sus responsabilidades en situaciones complejas y en varias oportunidades rescató al Ciclón en tiempos difíciles, recibió tres votos tras anotar 16 puntos y capturar 10 rebotes en el quinto juego. Bien podría haber sido elegido Nicolás Romano, quien sumó 14 unidades y fue decisivo en un último cuarto en el que anotó 12 de los 14 puntos de su planilla y clavó un triple in extremis para sentenciar el trámite.
"Es el talismán que tenemos, resuelve cosas cuando el resto no encuentra soluciones", elogió el entrenador Silvio Santander a Vildoza una vez concluido el juego y antes de que su base recibiera el trofeo al jugador más destacado de las finales. La serie frente a los santiagueños fue una continuación de la gran campaña que el base de 25 años completó después de una temporada regular en la que finalizó segundo como MVP por detrás de Fernando Zurbriggen.
La transformación de Vildoza en uno de los líderes del Ciclón comenzó en Liga de las Américas 2019 y fue asumiendo cada vez más responsabilidades hasta convertirse en uno de los máximos referentes del campeón con un rendimiento que lo llevó a vestir la camiseta de la Selección argentina. Fue una temporada consagratoria para Vildoza, quien cerró su año con el título y el premio individual.
Pepe fue determinante durante todo el año, un anotador feroz capaz de castigar prácticamente desde cualquier sector de la cancha. En un doble comando compartido con el Penka Aguirre, se repartieron en forma sobresaliente las responsabilidades en un escenario de suma exigencia para Vildoza: en una postemporada en la que fue el foco de las defensas rivales. Aún así, fue capaz de aparecer con todo su talento y creatividad para inclinar la balanza en favor de su Ciclón. Siempre tenía un as bajo la manga, un truco más, para rescatar a su equipo con un bombazo desde el perímetro, una bandeja o una penetración con tiro desde media distancia.
Vildoza fue el máximo anotador de San Lorenzo en los cinco duelos de las Finales y en tres de ellos superó los veinte puntos. Pepe rubricó un promedio de 20.2 puntos en los cinco juegos con una eficacia del 40.2% de cancha y 30.7% de tres puntos. No fue un desafío sencillo para Vildoza ante uno de los mejores equipos defensivos de la temporada que decididamente duplicó sus esfuerzos sobre Pepe. Aún así, siempre estuvo presente cuando San Lorenzo lo necesitó tanto como anotador o generador y fue el factor decisivo para que el Ciclón gritara campeón. José Vildoza, además de llevarle la medalla de campeón a su mamá, también podrá regalarle su MVP.