Internet y las pantallas están presentes en la vida de los adultos y niños desde edades tempranas. Es importante que como adultos vigilemos y asesoremos el uso que hacen de Internet, ya que hay muchos riesgos a los que están expuestos.
Consejos para un uso seguro
– El uso de las pantallas debe ser progresivo y adaptado a su edad y nunca antes de los dos años.
– Hay que hablar con los niños sobre qué es Internet, qué se puede hacer en la red y qué peligros entraña. Podemos pedirles que nos cuenten qué les gusta más hacer allí y si hay alguna aplicación o alguna red social de la que nos hablen sobre la que no tenemos ni idea, podemos pedirles que nos enseñen: a ellos les gusta saber de algo que nosotros no y ejercer de maestros y para nosotros será una información útil.
– La educación es el consejo más importante y el mejor de los filtros. Hay que hablar con ellos, pasar tiempo navegando juntos explicarles los riesgos, también enseñarles ciertos trucos para que sientan que nos pueden contar qué hacen en Internet. ¿Sabe dónde está el botón de denuncia? ¿Sabe cómo bloquear a alguien? Debemos ayudarles a saber protegerse en la red. Debemos conocer y dedicar tiempo a que nos enseñen qué ven en Internet. No podemos dejarlos solos porque así no podemos supervisar en qué páginas están entrando ni qué contenidos están viendo. Tenemos que acompañarles en este uso y enseñarles cómo hacerlo.
– Explicar que nunca deben mandar información a desconocidos, ni fotos, ni datos personales. Hacerles entender que no deben publicar su mail o datos de contacto en redes sociales, foros u otras páginas, ni dárselo a nadie que no conozcan, aunque hayan hablado por chat. Incidir en que no deben hablar virtualmente con desconocidos.
– Para garantizar un uso más seguro de Internet, es importante bloquear los contenidos de phising, pornográficos y algunos sitios web que se consideren no aptos para niños.
– Activar la función “búsqueda segura” para que, cuando usen un buscador, haya ciertos resultados de búsqueda que no aparezcan.
– El uso de Internet debe ser un pacto entre ambos, que existan una serie de normas a las que nos podamos comprometer, por ejemplo, preservar el tiempo de la comida como espacio sin pantallas para favorecer una buena alimentación y la conversación familiar, también establecer por edad y por miembro de la familia los límites y los espacios en los que se va a usar.
– Hay que establecer límites de tiempo: la sobreutilización de las pantallas o la televisión como un elemento de distracción permanente impactan negativamente en el aprendizaje.