En la fría noche del miércoles 29 de mayo de 2013, Unión vivía pasadas las 23 un hecho que lo marcó por los siglos de los siglos.
Ya venía de aquel triple fastuoso de Román Memo Rodríguez y lograba igualar la serie ante un duro Barrio Parque, que jamás había perdido de local en esa campaña.
Pero ese equipo, caracterizado por sacar fuerzas y sobreponerse a diferentes obstáculos lo lograría. Con un rendimiento que fue de menor a mayor para terminar por ganar aquel partido 81 a 77, dando rienda suelta a un festejo interminable.