Diego es un vecino más de la ciudad pero que tiene un gesto digno de contar y viralizar entre todos: cada lunes, miércoles y viernes lleva al hospital Cullen panes que él mismo amasa en señal de agradecimiento para el personal que desde hace meses deja lo mejor de sí en la primera línea de la batalla contra el coronavirus.
“La idea fue ayudar en este momento difícil a la gente del servicio de salud que está muy exigido y la idea era estar cerca de ellos” contó el protagonista a los micrófonos del móvil de LT10.
Si bien hace un año que amasa en su casa y regala su producción a sus amigos, la propuesta de llevarle esos mismos panes a los médicos, enfermeros y camilleros del hospital surgió hace unos meses “pensé en hacerlo de esa manera por eso lunes, miércoles y viernes me levanto, los caliento y llevo 12 baguettes a las 7 y media de la mañana”.
La cadena de favores no termina en Diego, hay un cómplice dentro del hospital que los reparte en cada una de las dependencias para que puedan saborearlos y compartirlos.
“Si podría hacer más los haría, la idea es un simple reconocimiento, agradezco que no me tocó pasar por el coronavirus pero quiero tener este gesto. Mi familia y mis amigos se emocionan mucho, cualquiera lo puede hacer y es un algo muy simple, mi abuela le hacía dulce de calabaza a su médico y eso para él era lo más lindo del mundo. Son pocos ingredientes siempre quiero hacerlos lo más ricos que pueda” continúo.
“No hace falta que la gente me conozca y sepa quién soy, yo quiero que les guste a ellos que hacen todo en la primera línea” terminó su relato el protagonista de esta linda historia.
