Instituto es “el club de barrio más grande del mundo”. La frase la repiten con orgullo cientos de hinchas cuando sus rivales tratan de estropear su grandeza. Porque si a lo largo de estos casi 103 años de historia hay una palabra que refleje a la Gloria, esa misma sería la palabra club.
Si bien Instituto creció y latió hasta el día de hoy de la mano del fútbol, uno de los aspectos que lo diferenció del resto de las instituciones futboleras que hay en nuestra ciudad fue y son todas las otras disciplinas que se llevan a cabo en el Albirrojo.
Esta cuestión fue clave para que “el Glorioso” haya tenido a la largo de la historia a enormes deportistas que defendieron los colores nacionales en diversos lugares del mundo.
Y todo indica que, en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio, el club de Alta Córdoba podrá tener por segunda vez a un deportista de su institución compitiendo en un certamen de este nivel.
El pivot Tayavek Gallizzi tiene grandes chances de estar en Japón, ya que fue convocado por el entrenador Sergio Hernández para el preseleccionado argentino de básquet.
De los 15 jugadores citados por “el Oveja”, sólo 12 estarán en Tokio y el flamante refuerzo de Instituto asoma con muy buenas posibilidades de estar allí.
Oriundo de Santa Fe, el interno viene de jugar en Regatas Corrientes las tres últimas temporadas bajo la conducción de Lucas Victoriano.
Nacido el 8 de febrero de 1993 y con 2,04 metros de talla, Gallizzi debutó en la Liga Nacional el 10 de octubre de 2013 contra Peñarol vistiendo la camiseta de Quilmes, en el clásico de Mar del Plata.
“Realmente ya no sé qué soñar. Si hay algo con lo que sueño, es con ser parte de esta selección en Tokio y darlo todo por alcanzar ese nivel que nos haría peligrosos y muy competitivos dentro de lo que es el torneo”, contó días atrás “el Taya”.
BORETTO, EL PIONERO
En 1972, Alemania se propuso celebrar en Múnich la “fiesta de la paz” con la organización de los Juegos Olímpicos.
Algo más de un cuarto de siglo después de la segunda Guerra Mundial desencadenada por la Alemania de Hitler, nada debía recordar la maquinaria propagandística nazi de los Juegos Olímpicos de 1936.
Lo cierto es que aquellos Juegos fueron enturbiados por un acto terrorista que se llevó varias vidas. Pero, lejos del dramatismo que acompañaron a aquel triste episodio, para los “gloriosos” los Juegos de Múnich quedaron en la historia porque allí estuvo Osvaldo Armando Boretto, nadador con pasado en el club que también participó en los Juegos de México 1968 (siendo el argentino más joven de la delegación con apenas 16 años y 70 días).