Este jueves, comenzó la tercera temporada de La Voz Argentina, con sus clásicas audiciones a ciegas. El último de los aspirantes fue Santiago Borda, un joven entrerriano de 19 años que eligió para su presentación brindar su versión de “Cien años”, el tema de Abel Pintos. Todos los coaches, menos Soledad, giraron sus butacas para verlo y él festejó a los gritos y a los saltos.
“Me muero por tenerte. Tuve la piel de pollo todo el tiempo. Quiero que brilles como artista completo”, le propuso Lali Espósito. “Eres una estrella y amo de ti que tienes muy claro quién eres. Contagias tu alegría y tu actitud. Amo tu talento, quien eres y tu emoción”, expresó, a su vez, Ricky.
Ricardo Montaner, entonces, le pidió a Santiago que cantara a capela un tema suyo, otro de sus hijos y otro de Lali. El joven accedió sin problemas y a la hora de entonar a capela una canción de la coach, eligió “Soy”.
Luego, a pesar de haberle contado al intérprete de “Tan enamorados” que la primera canción que aprendió fue una de su autoría, terminó eligiendo formar parte de otro equipo. “Tengo una decisión tomada desde antes, me voy con Lali”, despejó las dudas el muchacho, al que todos catalogaron de “estrella”. En ese momento, la actriz Sky Rojo salió corriendo, eufórica, a su encuentro.
“Hice de vos en un acto del colegio”, le contó el participante a su flamante coach y luego de que Lali le pidiera que la imitara, los dos improvisaron una coreografía de Esperanza mía, el programa que Espósito protagonizó en eltrece y que tuvo también su versión teatral.
“Me pasó algo cuando me di vuelta y te vi. Tenía el deseo profundo de que vinieras a mi equipo. En almas como la tuya yo me encuentro; en tu libertad, en tu forma de ser y de expresar lo que sos, me veo. Y creo de verdad que el objetivo del universo al darme este lugar a mí, es hacer brillar gente con tu espíritu, gente que sienta que puede cantar la canción ‘Soy’ con mucho orgullo de ser quien es. Y veo todo eso en vos. Te agradezco de corazón que me hayas elegido”, le expresó la actriz, al borde de las lágrimas.
Feliz de haber sumado al joven a su equipo, Lali terminó tirándose en el piso, mientras sus colegas celebraban sus palabras.