Stefanía Antoniazzi lleva el hockey en la sangre y desde siempre fue la prioridad que marcó y sigue marcando su vida. En su período en El Quillá, se constituyó como uno de los elementos más sólidos del equipo y condujo a la formación del Parque Belgrano a diferentes consagraciones.
Hoy su situación es diferente. Apunta a Europa y empieza una nueva etapa en el HOC Gazellen-Combinatie, también conocido como HGC de Holanda. Antoniazzi atraviesa un breve paso por su ciudad natal. “Estoy contenta de estar de nuevo en Santa Fe, entrenando con mis amigas en El Quillá, el club de toda mi vida. A pesar del actual contexto de pandemia, estamos practicando tres veces a la semana. Al equipo se le viene una competencia complicada, como el torneo Oficial en aproximadamente un mes y a su vez, el Regional “B” en Rosario”, sostuvo Stefi al principio.
La santafesina se entrena para afrontar su segunda temporada consecutiva en Países Bajos. Al respecto, afirmó que “estoy triste porque no podré estar con El Quillá en esos campeonatos, sabiendo lo importante que es el club para mí. Siempre es difícil irme, pero para mejorar mi nivel y estar a la altura de los mejores del mundo, debo irme y dejar lo que más me gusta hacer y disfrutar acá”.
Una experiencia increíble e inolvidable
La santafesina reveló su satisfacción por regresar a Holanda “Estoy muy emocionada por volver al HOC Gazellen-Combinatie de Holanda. Estuve ya una temporada allá. El hockey que se vive en Países Bajos es realmente increíble, estoy agradecida de poder estar nuevamente en esta institución. Comparto cancha con jugadoras muy buenas. En esta temporada, tendré la chance de jugar junto a Eva de Goede, capitana de la selección de Holanda. Va a ser una súper experiencia para mí y esperemos que nos vaya bien en la temporada”.
Sobre su llegada al equipo holandés, Stefi explicó que “Cuando estaba en España, jugué junto a Milagros Fernández Ladra en el UD Taburiente de las Islas Canarias. Ella también estuvo hace unos años en Las Leonas. La contactaron del HGC y cuando fue a probarse, le dijeron que también estaban buscando una mediocampista, entonces me recomendó. En ese momento, estaba toda la actividad parada en España por la pandemia y cuando me lo dijo, no lo dudé. De una semana a la otra, me fui de España a Holanda”.
La mediocampista surgida de El Quillá analizó el proceso de cambio que enfrentó y expuso cómo viven este deporte allí. “Empecé a vivir el hockey de otra manera. Es incomparable, desde el nivel que tienen, hasta la calidad de los entrenamientos, es todo muy profesional. Al principio fue durísimo. No fue nada fácil. Su lengua natural es Dutch pero ellas hablan inglés en cancha y yo no tenía ningún conocimiento de ese idioma. Así que todas tuvimos que aportar nuestro granito de arena para entendernos. El grupo es realmente increíble, me llevó muy bien con todas las chicas. Los entrenadores siempre están preocupados por nosotras para que mejoremos y nos ayudan en todo. Es un equipo soñado”.
Tiempo de Evaluación
Sobre su primer año en el HGC, Stefí elaboró su análisis y afirmó que “La temporada pasada comenzamos muy bien. Terminamos la primera rueda en la quinta posición. Hay cuatro equipos muy buenos por encima del resto y nosotras estábamos por detrás de ellos, donde existe una gran paridad entre todos. En la segunda etapa, tuvimos mala suerte y terminamos octavas. Pero el objetivo era mantener categoría y lo logramos”.
Inmediatamente, describió el potencial que existe en Holanda. “La verdad no puedo creer donde estoy jugando. Hay partidos que me tocan estar de suplente y otros de titular. Acá estaba acostumbrada a jugar todo el partido y allá hay veces que me toca jugar tres minutos y salir nuevamente. Trato de dar lo mejor que puedo. Estoy en la cancha y veo lo que hacen las jugadoras allá y me dan ganas de aplaudirlas porque lo que hacen es realmente impresionante”.
Una realidad distinta
Stefi detalló las diferencias con las que se encontró y su crecimiento. “Personalmente, considero que mejoré mucho. Le dan importancia a muchas cosas básicas. Si no las tenés incorporadas, no podes jugar. Entrenamos muy al palo, bajo muchísima intensidad. El panorama acá es complicado, me gustaría entrenar más fuerte. Voy a ir a Holanda y el HGC ya va a estar entrenando. En Holanda es todo muy diferente, desde las canchas, el nivel, las bochas, el juego. Es difícil llegar y acostumbrarte nuevamente. Allá juego de delantera cuando acá siempre fui volante. Es todo un cambio, pero siempre intento dar lo mejor de mí, así que le estoy dando mucha importancia a lo físico”.
La “tiburona” buscará ganarse su mejor versión en el prestigioso club que milita en la hoofdklasse, liga de los países bajos de Primera División. “Tengo mi mente puesta en ganarme el puesto. Siento que todavía no pude ser yo por completo. No es fácil ir allá y pretender que en cuatro meses juegue como lo hice acá con mis amigas que me entienden perfectamente. Quisiera llegar al nivel que tuve acá y demostrar que puedo dar mucho más de lo que di la temporada pasada. Creo que di un 80% y puedo llegar al 100%”.