El 24 de agosto se convirtió en un día trágico para la industria musical y para los fanáticos de The Rolling Stones luego de que se diera a conocer una triste noticia. A los ochenta años, Charlie Watts falleció inesperadamente en un hospital británico luego de haberse tomado un receso del grupo. Semanas previas el mítico baterista se había sometido a una intervención coronaria y estaba en reposo.
El velorio de Watts tuvo lugar la semana pasada en Devon, un condado en el suroeste de Inglaterra, lugar donde vivía el baterista con su familia y tenía un haras de caballos pura sangre. Sin embargo el velorio fue tan discreto que ni los medios estuvieron presentes. Tampoco pudieron asistir Mick Jagger, Keith Richards y Ron Wood, sus compañeros de The Rolling Stones.
Según el diario The Sun, ninguno de los tres Stones pudieron estar presentes porque las restricciones sanitarias les impedían viajar. Jagger, Richars y Wood se encuentran en Boston, Estados Unidos, donde ensayan para su próxima gira que tendrá comienzo este 26 de septiembre en el estado de Missouri. Watts será reemplazado en el No Filter Tour por Steve Jordan, quien iba a ocupar su lugar mientras este se encontraba en reposo.
El ex manager de giras de The Rolling Stones sí pudo asistir al velorio y dio detalles de la discreta ceremonia en la que despidieron los restos de Watts. “Refleja perfectamente al hombre que era, y entiendo completamente la elección que se hizo. Hubiera odiado el lío y la conmoción que habría significado involucrar al público”, dijo Sam Cutler en un reportaje para el diario The Mirror.
Cutler, que conoció a Watts en los años sesenta, agregó que la modesta ceremonia se adaptaba a la personalidad del baterista, y que este hubiera querido que The Rolling Stones continuara sin él. “Estoy seguro de que lo harán, y que cada concierto se convertirá en un tributo a un hombre notable y muy querido, porque no hay forma de que no sigan siendo la mejor banda de rocanrol del mundo”, concluyó Cutler.