Sergio fue el encargado de interpretar las estrofas del Himno Nacional Argentino en el regreso al público a las canchas cuando la selección nacional festejó la Copa América. El cantante habló con el sitio DiarioShow.com sobre este momento, y a pesar de toda su trayectoria y talento, él se autodenomina un "privilegiado", y mucho más tras todo este tiempo de cuarentena y restricciones por el covid.
"No fue nada fácil atravesar esta pandemia, imposibilitados de trabajar, si bien uno trató de acercarse a la gente por redes, haciendo algunos vivos, la gente no terminó de familiarizarse con esas cosas de tecnología", admitió el cantante.
Para Sergio hay tres temas que pueden retratar su carrera y su personalidad: "La primera podría decir que es 'Tatuaje', no puede faltar. La grabé hace mucho tiempo cuando cantaba en Grupo Cali, es como un himno en mi voz. También 'Ahora llora' y 'Mi celosa hermosa' que son más recientes, son tres canciones que en verdad me pintan de cuerpo y alma no solo como cantante, sino como persona también".
Sergio es muy popular en muchos lugares del país con sus canciones clásicas, pero haber llegado a cantar en el Monumental para él significó un hito más allá de su carrera personal. "Fue un antes y un después. Sucedieron muchas cosas, me han hecho muchísimas notas, mucha gente que de pronto no sabía de mi existenciame conoció. Y yo trato de representar de la mejor manera a esta familia que es la movida tropical".
"Antes el género era como un poco marginal, pero creo que la hora de un festejo, si no hay música tropical, no hay fiesta, no hay alegría. El velo se va corriendo, y si la gente se entera de quien soy también es una forma de representar a mis colegas, a mi ciudad y a mi país", agregó.
Más allá de haber estado en ese lugar tan importante, el cantautor tiene los pies en la tierra y asegura: "A mí no me modifica nada, ni mi andar por la vida, no me ha variado nada, sigo siendo el mismo Negro Torres que encuentran en cada en cada lugar, en cada barrio. Yo me bajé de de cantar el himno y a los 40 minutos estaba haciendo el primer mi primer recital después de mucho tiempo en Avellaneda".
Y su declaración es literal: Torres tenía previsto su show en el Teatro Colonial, y por más que las fechas coincidían, él no pensaba defraudar a la gente que compró una entrada para verlo. "Para mí es todo una ilusión óptica que hace que hoy pueda estar en lugares menos pensados, prestigiosos y en el que muchos quisieran estar. Pero no le podía cancelar a la gente. Iba a pecar si lo pasaba para otro día. Quería cumplir con todo y disfrutar con mi público. Nos retrasamos media hora, pero la gente supo entender y me esperó".
Para cerrar, emocionado, reflexionó sobre qué significa cantar para él: "Es uno de los mejores dones que Dios regala a una persona. A mí me ha tocado esa fortuna para poder expresarme, llevar alegrías, de hacer vivir una historia. Es algo maravilloso, para mí es sentirme vivo, útil, que soy un puente con mi voz entre las canciones y el público. Yo canto desde adentro hacia afuera, no desde los labios. Y siempre lo he hecho así, de igual forma si me escucha una persona o un millón".