Roberto Giordano marcó una época, con todo lo que generó en los medios de comunicación en torno a su personalidad tan peculiar y a los famosos desfiles que organizó durante años con las mejores modelos. Sus frases quedaron impregnadas a fuego en el inconsciente colectivo.
Desde su profesión de peluquero, Roberto creó un imperio con decenas y decenas de sucursales de sus centros de estética por el país. Pero principalmente por sus apariciones públicas, por la manera en que animaba las pasarelas, con la inolvidable Teté Coustarot.
Todo ese glamour se transformó en polémica, porque la Justicia lo encontró culpable del delito de administración fraudulenta y le decretó un embargo de 30 millones de pesos. Corría el 2020 y Giordano decidió evadir el dictamen y huyó a Uruguay.
En todo ese proceso, en el que lo investigaron, Roberto quedó envuelto en un halo de misterio, optó por recluirse y alejarse para siempre de los medios, de las redes sociales. Su actualidad se transformó en una verdadera incógnita y sobre todo su imagen.
Por eso sorprendió la reciente publicación de una ex modelo, Julieta Spina, que viajó a Montevideo y buscó al estilista para recordar viejas épocas, para sumergirse en un reencuentro y compartir una tarde de charlas interminables.
Claro que esta mujer aprovechó la reunión y se sacó una foto con Giordano y la posteó en sus redes sociales. Con ese material se pudo percibir de primera mano el estado del hombre de la moda, que luce a sus 73 años con una fisonomía muy disímil.
Spina no solo publicó la postal de esa reunión, sino que puso una instantánea de aquellas eras doradas y generó una comparación al escribir: “El número uno años atrás. Y lo sigue siendo…”. Claro que este registro no demoró en convertirse en viral.
Hace cuatro meses, Roberto le brindó una pequeña entrevista a La Nación y describió su cotidianidad en el exilio: “Extraño a mis afectos, a mis hijos que están dos allá. Pero no extraño para nada, porque todo el glamour yo lo tengo adentro. Lo vivo permanentemente. Mis grandes desfiles, mis grandes movimientos, cuando camino (por Uruguay) el agradecimiento es total”.