La Región Hídrica de los Bajos Submeridionales -que ocupa la parte norte de la provincia de Santa Fe, el sur de Chaco y el sudeste de la provincia de Santiago del Estero- es una gran planicie de 54.278 kilómetros cuadrados y aproximadamente 5 millones de hectáreas, con una marcada pendiente que va del noroeste al sudeste, signada por períodos de inundaciones y sequías que generan importantes consecuencias negativas sobre la producción, el medioambiente y las condiciones sociales de los habitantes de la zona.
Esto produce que las tres provincias involucradas atraviesen periódicamente situaciones de emergencia que requieren de rápidas respuestas por parte del Gobierno nacional, para hacer frente a los problemas en el corto plazo, pero también para llevar adelante una planificación con un abordaje multidimensional que brinde alternativas para revertir el escenario a largo plazo.
La secretaria de Provincias del Ministerio del Interior, Silvina Batakis, definió a los Bajos Submeridionales como “una zona de gran cantidad de hectáreas que, al verse afectada tanto por sequías como por inundaciones, no está siendo explotada productivamente, con lo cual las tres provincias, y en consecuencia todo el país, pierden potencial”.
Así fue como en 2018, y con el propósito de impulsar la realización de obras, Chaco, Santa Fe y Santiago del Estero, junto a representantes del Gobierno nacional, conformaron el Comité Interjurisdiccional de la Región Hídrica de los Bajos Submeridionales (CIRHBAS), que tiene por objetivo la generación de consensos para llevar adelante el Plan Director.
“En ese sentido, el Ministerio del Interior, que conduce Wado de Pedro, juega roles fundamentales en el proyecto: uno es el de la articulación de todas las acciones que lleva adelante el CIRHBAS, y también el del desarrollo de una visión integral de hacia dónde debe apuntar no sólo el proyecto, sino también las zonas productivas de la región”, añadió Batakis.
“Desde la cartera de Interior articulamos con el Ministerio de Obras Públicas para un abordaje efectivo de las problemáticas de sequías e inundaciones, pero también desplegamos un plan para reorientar la región a nivel productivo”, añadió la secretaria de Provincias.
La concreción de las obras permitirá dar un salto cualitativo a la región en lo referente a su capacidad productiva, así como a las condiciones de vida de sus habitantes y la sustentabilidad de la región hídrica. Según explicó Batakis: “Básicamente, lo que a priori analizamos es que se trata de una zona ideal para la actividad ganadera, aunque también agrícola, y con las obras finalizadas conferiremos un gran valor agregado a esta explotación primaria. Y esto no sólo es impulsar la obra pública para evitar inundaciones o sequías, sino también para perfilar la dirección de la región en un sentido productivo”.
Batakis añadió que “el Plan Director tiene un plazo de finalización estimado en aproximadamente un año, ya que se trata de obras sencillas, pero que sin dudas contribuirán a mejorar el perfil productivo de la región y la calidad de vida de sus habitantes”. El mismo es supervisado por las tres provincias integrantes, junto al Consejo Federal de Inversiones (CFI) y los ministerios de Interior y Obras Públicas.
Este plan contempla la ejecución de obras y proyectos para la gestión integrada y sustentable de los recursos hídricos, pero también la construcción de desagües pluviales, control de inundaciones y defensas; agua y saneamiento; pavimentación, cordones cuneta y veredas.
La expansión de la frontera agrícola, así como el avance de la deforestación, y los cambios implementados en la forma de producción, han ido agravando la problemática de la región, por lo que las obras hídricas que se desarrollen en ella deben ser acompañadas por el establecimiento de buenas prácticas productivas, en el marco de un ordenamiento en el uso del suelo.
Lo que está en juego.
De este modo, las obras en ejecución en cada provincia son las siguientes:
· Santiago del Estero: primera etapa del Canal Interprovincial 35, además de 12 puentes con sus alcantarillas. También está contemplada la ejecución de cuatro proyectos para la mejora de canales, y la colocación de un puente alcantarilla ferroviario en Mojón de Fierro. Inversión total: 40 millones de dólares.
· Santa Fe: construcción del Canal Hidrovial Interprovincial sobre la ruta 35 (obra completa), compartida por Santiago del Estero y Santa Fe. Alteo de rutas, defensas para 10 localidades, mejoras en el azud del río Tostado, reacondicionamiento de la Línea Paraná y construcción de un acueducto en el tramo Tostado-Villa Mineti. Inversión total: 170 millones de dólares. Asimismo, el Ministerio del Interior avanza con la ejecución de la pavimentación de la ruta provincial N° 3 de Santa Fe (tramo Cañada Ombú - Los Amores), lo que implica una inversión de $1.127.300.682.
· Chaco: ampliación de las líneas Paraná y Tapenagá. Además, defensas para 17 localidades, y colocación de una alcantarilla sobre la Ruta Nacional 89. Inversión total: 156 millones de dólares.
Ejes estratégicos.
En el marco del CIRHBAS, e impulsado por una firme decisión política del Gobierno nacional, se comenzaron a trabajar ejes estratégicos de intervención:
● Concreción del Plan Director: permitirá contar con un estudio integral de la zona, determinar cuáles son las obras estructurales necesarias, y realizar un análisis de la situación productiva y ambiental de la cuenca. Actualmente, se logró llevar adelante su licitación, por lo que este mismo año comenzará su ejecución.
● Inversión en infraestructura hídrica y vial: se avanza con la ejecución de las obras prioritarias consensuadas en el marco del CIRHBAS, que consisten en la realización de un conjunto de canalizaciones, obras viales y defensas de localidades.
● Elaboración de un programa productivo sustentable para la región: en conjunto con el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). El primero presentó a las provincias un conjunto de herramientas para fortalecer su situación productiva. También se puso a disposición de las provincias el Programa Federal de Preinversión, que financia la realización de proyectos ejecutivos, y se implementa desde los ministerios del Interior y de Obras Públicas de la Nación.
● Estudio y análisis de la situación social en la región: el Ministerio del Interior se encuentra estudiando cuáles son las condiciones de vida, sanitarias y educativas de la población de la cuenca, con el objetivo de proponer diferentes intervenciones que contribuyan a dar un salto de calidad en el desarrollo de las comunidades de la zona.
● Fortalecimiento institucional: mediante la ratificación del CIRHBAS por el Congreso nacional y los provinciales. Actualmente cuenta con la aprobación por parte de los tres Congresos provinciales, y obtuvo media sanción en el Senado de la Nación. El proyecto de Ley espera ser tratado durante 2022 en la Cámara de Diputados de la Nación.
Un poco de historia.
Los primeros lineamientos para encontrar una solución a la región de los Bajos Submeridionales encuentran sus orígenes en 1972, y se enfocaban en las formas de evacuar los excedentes hídricos perjudiciales y elaborar normas de manejo para los suelos.
En 1975 se formuló el Plan General de Manejo, a través del cual Se programaron obras planificadas a nivel regional. En 1977 se firmó -sin la participación del Estado nacional- el Convenio Interprovincial entre las tres provincias involucradas, lo que dio lugar a la creación de la Comisión de Supervisión y Coordinación del Plan Matriz de Obras para la región de los Bajos Submeridionales.
En los años ´80 continúan los estudios del sistema en su conjunto, y se elaboran proyectos de desarrollo agropecuario y bancos de datos hidrometereológicos. También se ejecutan obras de drenaje, no tanto con el objetivo de evitar inundaciones sino de disminuir sus tiempos de permanencia.
La década del ´90 se caracterizó por la profundización de los estudios en la materia, con la puesta en marcha del Plan General de Manejo como guía para fijar las pautas de intervención en los Bajos Submeridionales. Entre ellas se destacan:
· Preservación del recurso hídrico proveniente de las precipitaciones.
· Mantenimiento de la calidad de las aguas precipitadas.
· Análisis de la posibilidad de almacenar los excedentes pluviales.
· Disminución de la variabilidad del ciclo hidrológico.
· Integralidad funcional en el abordaje del problema.
· Manejo gradual secuencial de los recursos.
· Priorización del equilibrio ecológico.
En 1992 se creó el Consejo Regional de Bajos Submeridionales en Santa Fe, que incorporó al Poder Ejecutivo por intermedio del Ministerio de Obras, Servicios Públicos y Vivienda.
En 2002 se sancionó la Ley Nacional de Gestión Ambiental del Agua (N° 25.688), que obligó a la conformación de comités de cuencas. Dicho marco legal dio lugar, en 2002, a la firma de un acuerdo para la creación de un Consejo Hídrico Federal conformado por los organismos hídricos provinciales y de la Nación, y que fue reconocido por la Ley Nacional Nº 26.438, el 3 diciembre de 2008.
Ese mismo año se suscribe un acuerdo de cooperación mutua entre las provincias de Chaco y Santa Fe, con el objeto de manejar conjuntamente las Cuencas Interprovinciales de los Bajos Submeridionales y Tapenagá.
Diez años después, la articulación institucional interprovincial se cristalizó en 2018 con la creación del Comité Interjurisdiccional de la Región Hídrica de los Bajos Submeridionales (CIRHBAS), conformado por las provincias de Chaco, Santa Fe, Santiago del Estero y el Estado Nacional.
En 2020 los gobernadores de las tres provincias firmaron un acta acuerdo con el fin de promover la ejecución de un Plan Director Hídrico, con la participación del Ministerio del Interior y el de Obras Públicas de la Nación.