La inseguridad no da tregua y tampoco tiene día ni horarios. Como si esto fuera poco tampoco los delincuentes piensan en dónde se realizan ataques y tiroteos y no se miden las consecuencias que puede causar una balacera a víctimas inocentes que lo único malo que hicieron es estar en un lugar equivocado cuando los dueños de las calles y los barrios deciden dirimir diferencias a tiros.
La inseguridad y los delincuentes escribieron una nueva página ayer pasadas las 20 en el barrio Roma cuando sin mediar palabras se agarraron a los tiros en un terreno lindante al Club Santa Rosa de Lima donde se llevaba a cabo un evento con chicos y adolescentes. El hecho ocurrió en Lamadrid y Mendoza y una bala que provino del enfrentamiento dio en la pierna de un jugador de 32 años.
"Había más de 100 personas cuando comenzaron los tiros", afirma Adolfo Martínez quien es presidente del club y se encontraba en el lugar.
"Estábamos en una fiesta donde había más de 100 personas entre chicos que practican y sus familiares. Cerca de las 20 se empiezan a agarrar a tiros dos bandas que viven atrás del club. Fue una locura y tuvimos que huir del lugar mientras las balas pegaban en las chapas y en la tierra", dijo Martínez.
Consultado sobre los agresores dijo que lo que "se vio es un final anunciado" y explicó que "hay un obrador del gobierno abandonada y en ese lugar es donde se instalaron personas de mal vivir que se dedican a los robos y a la venta de drogas".
"Son los mismos que roban en el hospital y la Casa de Mateo Esquivo. Había que esperar que pase algo grave como lo que ocurrió ahora para que alguien tome cartas en el asunto. Fue una desgracia con suerte porque había mucha gente y podría haber pasado cualquier cosa", dijo el presidente del club.
Por otra parte,siguiendo con el relato de lo sucedido dijo que "la policía se hizo presente luego de las 22 a pesar que se hicieron las denuncias pertinentes".
Para finalizar el presidente del club explicó que se pasó la noche entre casa y casa de los chicos que fueron al club porque no podían salir del shock que vivieron tras la balacera. Además solicitó presencia real de la policía en el lugar para poder llevar adelante la actividad que entre otras cosas saca de la calle y la droga a cientos de chicos en el barrio.
Un jugador herido en la pierna
Gonzalo Galván tiene 32 años y recibió el disparo que llegó desde el enfrentamiento en una de sus piernas. Es jugador de primera del club y tuvo que ser atendido en el hospital Cullen.
En diálogo con LT10 brindó su testimonio y contó: "Estábamos entrenando cuando comenzamos a sentir el silbido de las balas y dos o tres de ellas pegaron en las chapas. Fueron bastantes así que pensamos en irnos para los vestuarios, por las dudas, y fue cuando sentí que algo me pegó y levantó la pierna. Me toqué y sentí sangre y me di cuenta que me había entrado una bala en la parte de atrás del muslo. A la bala no la pudieron sacar, así que esperamos que esto no me traiga ninguna otra complicación".
Para finalizar dijo que fue una desgracia con suerte porque así como le pegó a él en la pierna el proyectil podría haber dado en chicos de 9 o 12 años que estaban entrenando en el lugar y la historia sería otra.