Un miembro del jurado popular fue reemplazado este martes en el juicio al viudo Marcelo Macarrón, acusado por el crimen de Nora Dalmasso en 2006, porque sufre de ataques de pánico.
Esta persona será reemplazada por un suplente que al igual que el titular viene siguiendo las audiencias desde marzo pasado al comienzo del debate en Río Cuarto. En la sala de audiencias están el viudo Macarrón, sus hijos Facundo y Valentina, así como su abogado Marcelo Brito.
Este martes, el fiscal del juicio Julio Rivero, dará a conocer su alegato y si va a solicitar o no condena para el viudo, quien permanece en libertad y es juzgado por homicidio calificado por el vínculo y por precio o promesa remuneradora. Si Rivero no acusa, el jurado no podrá emitir un veredicto condenatorio.
También la defensa de Macarrón dará su alegato, lo cual estará a cargo del reconocido penalista Marcelo Brito.
Vale recordar que el jueves, en horario a definir, el jurado popular integrado por ocho miembros y luego de escuchar las últimas palabras del acusado, dará a conocer su decisión sobre si es o no condenado Macarrón. De ser considerado culpable, los jueces Daniel Vaudagna, Natacha García y Gustavo Echenique Esteve impondrán la pena.
En caso de ser absuelto, el crimen de Nora Dalmasso quedará impune, ya que prescribió por el paso del tiempo y, de surgir quien o quienes la mataron, no se los podrá juzgar.
El viudo está acusado de ordenar su asesinato porque quería evitar una división de bienes ante una separación que le había planteado Nora semanas antes. El día en que apreció muerta en el dormitorio de su hija, Macarrón estaba disputando un torneo de Golf en Punta del Este, Uruguay.
Nora Dalmasso apareció ahorcada con la tira de una bata que llevaba puesta y se sospecha que fue asesinada en medio de un juego sexual. Los hijos de Macarrón, entre ellos Facundo, quien en su momento fue acusado por el crimen, le apuntan a un empresario que aseguran tenía un romance con su madre.
Es Miguel “El francés” Rohrer, quien declaró como testigo y negó el romance. La justicia desechó esa hipótesis al asegurar que el empresario no estaba en Río Cuarto al momento del asesinato.
Durante los 16 años del caso se barajaron distintas hipótesis hasta que, incluso, el viudo fue acusado de ser autor material, pero no pudo comprobarse que viajara de Punta del Este a Río Cuarto para cometer el hecho y volver hacia allí para despistar a los investigadores.
Fueron cinco fiscales los que pasaron por la investigación a lo largo de los años y hoy el caso llega a juicio con una carrera al tiempo pues el caso está prescrito y en este juicio se define si hay un responsable por el asesinato de Nora, de lo contrario nunca más lo habrá.