Gustavo Munúa decidió esperar hasta último momento al goleador Jonatan Álvez, como consecuencia de su gran importancia en Unión. Es que el equipo necesitaba vencer por dos goles de diferencia a Nacional para forzar la definición por un lugar en cuartos de final desde el punto del penal, o hacerlo por tres para pasar directamente.
Álvez fue titular, pero promediando el primer tiempo se lo comenzó a notar que estaba sufriendo el partido, donde todo pareció circunscribirse al desgarro que venía de superar (lo sufrió el miércoles 12 de junio) o bien la lesión que arrastra en su pie derecho por la cual estuvo alejado de las canchas por varias semanas en el semestre pasado.
Incluso, por lo que se había podido averiguar, la intención de Álvez y el cuepo médico de Unión era someterlo a una exhaustiva recuperación tras la finalización de la primera parte del año deportivo, pero el clásico santafesino programado para la segunda fecha hizo cambiar los planes.
Fue así que Álvez se forzó al extremo, a tal punto que en la tercera fecha ante Barracas Central, donde fue figura y anotó un gol, sufrió un desgarro, por el cual llegó con lo justo al duelo ante Nacional de este martes, donde Unión quedó eliminado de la Copa Sudamericana.
Luego del partido, trascendió que el uruguayo habría sufrido un esguince de rodilla, según lo dio a conocer el DT: " Venía con un desgarro. Se sentía bien y por eso jugó. Pero salió por la rodilla, nada que ver con lo otro. Fue una torcedura y ahora la parte médica nos informará qué tiene".
Lo concreto, es que Munúa no podrá contar con Álvez en los próximos dos partidos ante Banfield, por la LPF y la Copa Argentina, con lo cual resulta aventurado dar precisiones sobre la vuelta a las canchas en su plenitud del jugador más determinante que tiene el plantel rojiblanco.