Un gran Dos Orillas fue el que hizo El Quillá que le posibilitó consagrarse campeón invicto del certamen en Sexta División. Al igual que el año pasado, suma una nueva estrella tras quedarse con la competencia regional y dar una vuelta olímpica como lo hiciera en el torneo Nivelatorio.
Con un andar muy sólido, las “tiburonas” supieron jugar (y ganar) en gran nivel, cimentando ese potencial con este título, lo que representa un buen aliciente para seguir aprendiendo. Fiorella Primón fue decisiva para la consagración. Inteligente, criteriosa, ordenada, goleadora e implacable en su juego, le permitieron lograr un equilibrio y principalmente ser efectivo al equipo para ganar. Estos atributos la transformaron en pieza clave y vital para la conquista.
“El campeonato fue el resultado de todo el esfuerzo y sacrificio de cada una de las chicas y del cuerpo técnico. Tenemos un equipo muy sólido, súper unido y con muchas ganas de cumplir todos los objetivos que nos proponemos”, expresó la capitana.
Fiore explicó la fisonomía que le dio “Juanda” David, entrenador que asumió esta temporada. “Hubo algunos cambios, pero todos positivos para el equipo. Su humildad y profesionalismo es lo que lo identifica y lo que lo hace un mejor entrenador y persona. El buen humor, la sinceridad y la tranquilidad que nos transmite a todas, creo que fue lo que nos llevó a donde hoy estamos”.
“A nivel personal, nos enseñó a disfrutar todo lo que hacemos y por lo que todos los días dedicamos muchas horas. A seguir adelante cuando no nos salen las cosas, luchar por lo que queremos y ante todo, apoyarnos siempre”.
La esencia del campeón
La confidencia y seguridad entre las integrantes del plantel fue absoluta. Al respecto, Fiore destacó que “Hubo mucha confianza entre todas, por cómo nos conocemos, la garra que tenemos, a nunca bajar la cabeza y siempre tirar para adelante es lo que nos identifica. Eso nos termina llevando a estar sólidas y confiadas en cancha, que ante los partidos que tuvimos que afrontar fue clave”.
El equipo respondió con creces y siempre fue por buen camino. “La verdad que el torneo tuvo un lindo nivel y partidos como el de Crai que sabíamos que no iba a ser nada fácil. Supimos aprovechar las oportunidades de cortos y ser prolijas en cuanto a la defensa”, reconoció la referente de las “tiburonas” sobre las virtudes del juego.
Su protagonismo
La defensora central expuso que todas significaron mucho en el rol que a cada una le tocó. “Más allá de que fui capitana, todas somos muy importantes, aportamos nuestro granito para llegar a donde llegamos, humana y deportivamente hablando. Hoy me tocó a mí llevar la cinta, pero considero que cualquiera de mis compañeras la puede llevar”.
Por último, Fiore alabó que “Sin la ayuda de toda mi familia, de las chicas y de sus familias, no podría estar haciendo todo lo que hoy hago, así que también aprovecho para agradecer a toda esta hermosa familia de Quilla, ¡¡ESTA COPA ES DE TODOS!!!”