El cuerpo de Luis Ariel López (52), el hombre que quedó atrapado al derrumbarse su vivienda de tres planteas el último domingo en la ciudad santafesina de Rosario, fue encontrado sin vida esta tarde por los rescatistas que trabajaban en el lugar, informaron fuentes oficiales.
"Lo encontramos alrededor de las 14, en un lugar que había marcado esta mañana un perro de la Brigada Canina", confirmó a Télam el jefe de Bomberos Zapadores de Rosario, Andrés Lastorta.
El bombero explicó que el cuerpo "estaba dos metros abajo" del lugar señalado por los perros, y dijo que tuvieron que trabajar con "maquinaria pesada" para llegar hasta el lugar, porque era imposible el acceso de los rescatistas.
López, de 52 años, era hijo del dueño de la vivienda, un arquitecto de 88 años que salvó su vida gracias a que su hijo logró empujarlo fuera de la vivienda cuando se derrumbaba.
También resultó ileso del siniestro el inquilino de la vivienda, un joven de 30 años llamado Facundo.
López era instructor de montaña y un hombre ligado a las actividades deportivas que no tenía hijos, dijeron familiares del hombre fallecido en el barrio Alberdi de la zona norte de Rosario.
El jefe de Bomberos Zapadores explicó a esta agencia que tras la búsqueda manual de ayer, hoy "se empezaron a hacer huecos con maquinaria pesada y se tuvo que derrumbar el tercer piso de las tres plantas de la vivienda".
"Era muy peligroso para el personal de Bomberos y para los brigadistas, porque la estructura estaba muy inclinada, endeble, y se habían rotos las vigas", precisó Lastorta.
En esa línea, explicó que durante la mañana de este martes trabajaron sobre "un punto fijo" a partir de una zona señalada por "cuatro de los seis perros que marcaron el lugar".
Luego, otro can adiestrado "marcó un lugar específico" cercano al anterior.
"Nos abocamos a trabajar ahí y lo encontramos dos metros abajo", completó el jefe de Bomberos Zapadores.
Antes del hallazgo del cuerpo, el secretario de Gobierno de Rosario, Gustavo Zignago, aseguró que "el domicilio está catastrado", que el dueño es el hombre de 88 años que "además es arquitecto", mientras que su hijo "es maestro mayor de obras" y señaló que ambos vivían allí.
En declaraciones a Radio2-Rosario, Zignago explicó que "aún no se corroboró" que en la vivienda hubiera una obra en curso.
"Los vecinos, inclusive familiares, dan cuenta de que no se estaba ejecutando ninguna obra en particular", detalló, y sostuvo que el terreno donde está emplazada la vivienda "no presenta evidencias técnicas de agrietamiento".
El inmueble, que está a más de 200 metros del río, "tiene una parte del terreno plano que no presenta evidencia de ningún agrietamiento", detalló el funcionario.
La vivienda colapsada, ubicada sobre la calle Superí al 200 y Álvarez Thomas, en la zona norte de Rosario, se derrumbó el domingo último alrededor de las 19.