Las investigaciones en torno a la causa conocida como "Secta S.A." revelaron que los presuntos integrantes de la organización tenían distintos roles que iban desde el "coacheo" o captación de nuevos alumnos; el "geishado VIP" o "palomeo", que era la explotación sexual de sus víctimas; la "cura de sueño", utilizada para aleccionar y disciplinar; y el "banquito", como se denominaba al lavado del dinero que obtenían.
Para los investigadores, Juan Percowicz, de 84 años, era el creador y líder, pero bajo su orden, había una línea de al menos 18 personas que lo secundaban y que tenían a su cargo los distintos "emprendimientos" de esta organización: el "coacheo", el "geishado VIP" o "palomeo", la "cura de sueño" y el "banquito".
El proceder delictivo de "La Secta"
Según la causa, las personas captadas eran "sometidas a todo tipo de actividades perversas y contrarias a la libertad, la autonomía y la dignidad de cualquier ser humano".
Como primera medida, los "alumnos" y "alumnas" que lograban acercar a la organización, era "el alejamiento del círculo familiar anterior, que denominan “familia biológica”, en contraposición a la “familia que conforma la EYBA", y en caso de que hubiera algún acercamiento, era "monitoreado por los líderes por los riesgos que conllevan en el convencimiento de pertenecer a la organización".
Los “alumnos” tenían la obligación de atender al líder máximo (Percowicz), al que llamaban "número 7", a quien le hacían aportes económicos que tenían como base los 200 dólares pero que, en algunos casos, podían llegar a ser de hasta 10 mil dólares mensuales, sostiene la acusación fiscal.
Según la acusación fiscal, para que todo esto se pudiera llevar a cabo, la organización sometía a sus víctimas a "prácticas coercitivas" que se llevaban a cabo en una clínica denominada "CMI Abasto", que supuestamente estaba a cargo de la detenida Alicia "Doqui" Arata y donde se desempeñaban al menos los otros imputados Luis Romero, Horacio Vesce y Silvia Herrero.
En esa presunta clínica, los alumnos eran "internados y adormecidos durante varios días como forma de “aleccionamiento” y “subordinación” cuando planteaban alguna crítica o duda respecto del líder y la organización", explicaron los fiscales, quienes agregaron que esa práctica era denominada por la organización como "cura de sueño".
Los investigadores creen que la banda criminal obtenía unos 500 mil dólares mensuales y que ese dinero era administrado por los detenidos Gustavo Rena, Mario Alberto Leonardo, Marcela Sorkin, Daniel Eloy Aguirre y María Susana Barneix.
Los fiscales establecieron que las ganancias eran invertidas, muchas veces en el mercado formal, para lo cual utilizaban una financiera clandestina que denominaban "banquito".
De acuerdo a la pesquisa, con ese dinero lograron comprar departamentos y hasta incluso edificios enteros en la ciudad estadounidense de Las Vegas, que destinaron al alquiler de oficinas.
En tanto, en Argentina, realizaban inversiones mediante dos inmobiliarias, un estudio jurídico contable y hasta una escribanía, aeguraron.
Tanto Percowicz como los otros 18 detenidos se negaron a declarar en el juzgado Criminal y Correccional Federal 4, a cargo de Ariel Lijo.