Lo normal es que al levantarse por la mañana uno tenga la energía suficiente para rendir durante todo el día; sin embargo, hay quienes se levantan muy cansados. En muchos de estos casos, la anemia suele ser la causante de dicha falta de energía. En otras ocasiones se puede deber a un hecho más psicológico y mental.
A continuación, una serie de hábitos a seguir para lograr activar la energía y tratar el cansancio.
Realizar estiramientos al levantarse: es normal que al levantarse los músculos estén bastante rígidos y las articulaciones algo comprimidas. Ello hace que sea algo complicado el activarse y haya cierta falta de energía. Realizá por unos minutos una serie de estiramientos suaves para poder activar todo el sistema muscular.
Una buena ducha para activar el cuerpo: si lo que se pretende es aumentar la energía, la temperatura del agua no puede superior a los 41 grados. Una ducha demasiado larga y con una temperatura considerable va a provocar el efecto contrario y apagar al organismo. Es aconsejable que los últimos minutos esté a una temperatura menor a los 37 grados para conseguir una mayor activación del organismo.
Un desayuno nutritivo y equilibrado: debe ser rico en proteínas, en carbohidratos de absorción lenta y en vitaminas de tipo C. Esta clase de nutrientes son perfectos para que el cerebro funcione de la mejor manera posible además de aportar una buena cantidad de energía al organismo.
Tomar sol: ayuda a aumentar la serotonina presente en el cuerpo y a sentirse vital y con energía. Lo ideal es recibir de manera directa los rayos por lo que podés salir a pasear o sentarte en casa con la ventanas abiertas.
Caminar unos 15 minutos después de comer: la caminata debe hacerse de una manera vigorosa aunque sin excederse. Movete de una manera constante, los brazos hacia delante y hacia atrás para aumentar la energía de todo el cuerpo.
Reducir los azúcares: su presencia en las diferentes comidas hacen que los niveles de energía bajen de manera considerable. Aparte de ello, los hidratos de carbono de absorción rápida son también los culpables de sentirse sin falta de energía y más cansado de lo normal. El exceso de azúcar hace que uno pueda sentirse eufórico en un primer momento, pero con el paso de las horas la energía se va perdiendo.