WhatsApp es una de las aplicaciones de mensajería instantánea más seguras, pero eso no impide que te estafen. Argentina está en quinto lugar entre los que más tiempo pasa conectado a internet. Con 9 horas y 40 minutos, Argentina es superada por Filipinas, Brasil, Colombia y Sudáfrica.
A las técnicas ya conocidas, se agregan algunos argumentos como: obtener un certificado digital de la vacunación contra la Covid-19 porque el de cartón ya no sirve o el ya conocido soporte técnico de la app, detectada por nosotros el 21 de Julio de este año y aún en vigencia y cosechando víctimas.
Para las estafas en esta app, las situaciones recurrentes tienen como protagonista a la suplantación de identidad, típicamente: “cambié mi número de cel”. Un WhatsApp que llega con una asociación a la foto-avatar reconocible. El contacto nunca nos avisó que daba de baja el anterior. La alternativa implica recibir un mensaje como: “te envié un código por error, ¿me lo podes pasar?”. Esta es la antesala al secuestro de tu WhatsApp. Finalmente a todos tus contactos le llegarán ofrecimientos de; “vendo dólares”, “¡es una emergencia, tuvimos un accidente!”, etc.
Según un reciente informe de BTR Consulting, estas formas de fraude por WhatsApp implican que los ciberdelincuentes se hagan pasar por contactos y conocidos de la víctima, empleando argumentos y circunstancias normales y cotidianas en la vida de las personas.
La fachada incluye la foto del WhatsApp original de la víctima, que en general, es coincidente con alguna de redes sociales; las cuales, días previos son auditadas por los delincuentes para construir un “guion” con datos para generar empatía y confianza en las víctimas.
Se hacen pasar por amigos o familiares dirigiéndose por su nombre de pila, apodo o pseudónimo que típicamente es como grabamos a nuestros contactos en la agenda. Los argumentos son múltiples y variados, siempre en torno a lo mismo, situaciones económicas, piden que se complete un pago a un tercero a una nueva cuenta recién indicada otras veces piden ayuda financiera, necesita pagar urgentemente una factura o deuda o tienen una emergencia y necesitan algo de dinero.
Normalmente esto suele ocurrir en horas de la noche o madrugada, en cercanías de los fines de semana, fines de semana largos o vacaciones, buscando que el usuario al que se le ha suplantado la identidad y supuestamente envía los requerimientos no se notifique de la situación o que, si los contactados por los delincuentes deciden corroborar hablando al teléfono original del remitente, la probabilidad de que conteste es mínima.
En la mayoría de casos, el número de teléfono usado por el delincuente para realizar el fraude por WhatsApp es desconocido para la víctima. En otros casos los números son clonados y la foto de perfil es familiar. Los delincuentes pueden copiar fácilmente una foto desde otras redes sociales, como Facebook o Instagram. Lo mismo se puede aplicar a otra información que pueden usar para engañar a la víctima, como el vocabulario que suelen usar o información que la persona haya publicado en redes sociales, como Twitter.
Durante las últimas semanas se observaron la proliferación de una colección de técnicas nuevas o recicladas:
- Clonación o duplicación de identidad en Whatsapp
- Robo/secuestro de la cuenta de WhatsApp
- El fraude por WhatsApp y el robo del buzón de voz
- Cambia el color de tu WhatsApp
- HOAX “falsedad articulada” en WhatsApp
- Versión FALSA de WhatsApp
- Robo de dinero al azar vía WhatsApp
- Estafa de WhatsApp de falso delivery
- Engaños con código QR
- Estafa de la emergencia familiar