Bajo una fuerte custodia, Colón retomó los trabajos este jueves por la mañana en el predio con las secuelas que dejó el apriete de la barra el pasado martes. Algo que ya tiene las primeras secuelas, con la decisión de Luis Rodríguez de rescindir su contrato.
El trabajo fue con normalidad para empezar a preparar el duelo del lunes en el Brigadier López por la 21ª fecha de la Liga Profesional. Pero una vez completado esto, algunos integrantes del plantel, además del DT Adrián Marini y el secretario deportivo, Mario Sciacqua, pasaron por la fiscalía para prestar declaración ante lo sucedido. Nadie quiso hablar con los medios, a excepción de Roberto San Juan, representante de Pulga Rodríguez, que contó la decisión de rescindir.
A la crisis deportiva ahora se suma esta situación que genera tensión y preocupación. Sobre todo, porque no fue una apretada más, porque poco tuvo de reclamo por los escasos resultados, sino por el pedido de dinero, ropa y otras cosas más, como amenazas.
Una situación que agudiza el escenario todavía más. Vaya a saber qué saldo deja, porque claramente perjudica la idea de volver a ganar y encontrar algo de tranquilidad.