Cuatro empresas de telecomunicaciones móviles de Europa se asociaron con la firma Matsuko para probar la viabilidad de un sistema de videollamadas holográficas que se sustenta en la tecnología 5G. Las compañías involucradas son Deutsche Telekom, Orange, Telefónica y Vodafone.
Matsuko desarrolló un sistema que permite procesar una imagen 2D para convertirla en otra imagen 3D. Las videollamadas holográficas son compatibles con el iPhone y el iPad, y con los anteojos de realidad virtual Quest 2 de Oculus y los de realidad aumentada de Microsoft, los HoloLens 2.
A través de esta tecnología, los participantes de la videollamada no aparecen en formato de imagen plana, sino que lo hacen mediante una ilusión tridimensional que se genera a partir de la imagen capturada por la cámara. Para esto se aprovecha la conectividad 5G, que ofrece una conexión de alta capacidad y baja latencia.
Una vez que la cámara toma la imagen del participante de la videollamada, esta es procesada en tiempo real para simular la perspectiva 3D en el dispositivo receptor, que puede ser un casco de realidad virtual o aumentada.
Una de las principales ventajas de este sistema es que no requiere de dispositivos especiales o diferentes a los más comunes del mercado. Y fue desarrollado con el objetivo de que se utilice en charlas y conferencias virtuales, una modalidad que quedó instalada luego de la pandemia de coronavirus.
Starline, el sistema de videollamadas 3D de Google
Durante el Google I/O del año pasado, la firma tecnológica presentó Starline, un sistema de comunicación interpersonal que promete cambiar radicalmente la experiencia de las videollamadas.
A diferencia de la solución de Matsuko, Starline combina cámaras y pantallas especiales para generar una ilusión de presencialidad entre los participantes de la videollamada, que hablan entre sí como si el interlocutor estuviera ubicado detrás de un vidrio.
A pesar de que se trata de una propuesta más disruptiva, Google apenas presentó el concepto y no dio detalles sobre cuándo podría volverse algo más masivo a nivel comercial, una tarea que además resulta complicada dado que se requiere de una importante inversión y una conexión a Internet de alta capacidad.