China promulgará políticas para impulsar su tasa de natalidad, sostuvo el domingo el presidente Xi Jinping, mientras los funcionarios temen que un inminente descenso de la población pueda perjudicar a la segunda economía mundial.
"Estableceremos un sistema de políticas para impulsar la natalidad y seguiremos una estrategia nacional proactiva en respuesta al envejecimiento de la población", dijo Xi a unos 2.300 delegados en un discurso de apertura del Congreso del Partido Comunista que se celebra una vez cada cinco años en Pekín.
Aunque China tiene 1.400 millones de habitantes, la mayor cantidad del mundo, sus nacimientos caerán a mínimos históricos este año, según los demógrafos, bajando a menos de 10 millones desde los 10,6 millones de bebés del año pasado, ya un 11,5% menos que en 2020.
Las autoridades impusieron una política de un solo hijo entre 1980 y 2015, y posteriormente cambiaron a una de tres hijos, reconociendo que la nación está al borde de un declive demográfico.
Su tasa de fertilidad de 1,16 en 2021 estaba por debajo del estándar de 2,1 de la OCDE para una población estable y entre las más bajas del mundo.
China intentará aumentar la natalidad
En el último año, las autoridades han introducido medidas como deducciones fiscales, permisos de maternidad más largos, mejoras en el seguro médico, subsidios para la vivienda, dinero extra para un tercer hijo y una campaña contra las costosas clases particulares.
Sin embargo, el deseo de las mujeres chinas de tener hijos es el más bajo del mundo, según una encuesta publicada en febrero por el centro de estudios YuWa Population Research. Los demógrafos afirman que las medidas adoptadas hasta ahora no son suficientes.
Citan los elevados costos de la educación, los bajos salarios y los horarios de trabajo notoriamente prolongados como problemas que aún deben abordarse, junto con las políticas de COVID-19 y los problemas de crecimiento económico.