A los 64 años, Sharon Stone enfrenta un difícil problema de salud. "Otro diagnóstico erróneo y otro procedimiento incorrecto. Y con doble epidural. Después de que me empeorase el dolor, decidí pedir una segunda opinión: Tengo un gran tumor fibroide que debe extirparse", reveló a través de sus redes sociales.
"Mujeres en particular: no se dejen engañar. Busquen una segunda opinión. Puede salvaros la vida", agregó y adelantó que necesitará entre cuatro y seis semanas para recuperarse, lejos de los medios y las redes sociales. "Todo está bien", concluyó la protagonista de Bajos instintos y recibió miles de mensajes de apoyo.
Cabe recordar que en 2001, Stone sufrió un ACV que le provocó importantes cambios en su vida. "Todo mi ADN cambió. Mi cerebro no está sentado donde solía, mi tipo de cuerpo cambió e incluso mis alergias a los alimentos eran diferentes", reveló tiempo atrás. Y recordó lo mal que la pasó luego de que la Justicia le diera la custodia de su hijo Roan a su exmarido, el periodista Phil Bronstein: "Desde mujeres de mi propio mundo laboral hasta la juez que llevó mi caso de custodia, no creo que nadie capte lo peligroso que es un derrame para las mujeres y lo que se tarda en recuperarse: yo, siete años".
También en 2001, la actriz volvió a entrar al quirófano para someterse a una mastectomía, porque le habían encontrado un tumor benigno de gran tamaño. Pero al despertar de la anestesia, descubrió que , sin su consentimiento, el cirujano que la atendió le puso implantes más grandes de los que había pedido para reconstruirle el busto. "Cuando me quitaron el vendaje descubrí que tenía senos más grandes, que según el médico pegaban más con el tamaño de mis caderas", reveló en el libro de sus memorias. Y le adjudicó a este cambio físico los problemas que tuvo en adelante para volver a interpretar papeles protagónicos en series y películas.