En principio podría deducirse que pasar tiempo al aire libre tiene consecuencias favorables para disminuir los niveles de estrés y ansiedad, por mencionar algunos de los factores de la agitada vida actual que atentan contra la salud.
La doctora Ostaiska Eguia Lecumberri, miembro de la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED-FEMEDE), “el ejercicio al aire libre potencia el sistema inmune, mejorando el asma o las alergias, reduce la presión sanguínea, promueve la socialización, mejora la calidad del sueño (con ajuste importante del reloj biológico) y la luz solar aumenta la activación de la vitamina D, entre otros beneficios”.
“La naturaleza te permite desconectar del todo. Tus prioridades cambian. El aire libre y el silencio te permiten ver las cosas de otra manera”, argumentó por su parte a favor de esta práctica el presidente de la asociación Grupo de Montaña del CSIC, decano del senderismo, el montañismo y la bicicleta de montaña en España, José Montejo.
En tanto, en opinión de la licenciada en Alto Rendimiento Deportivo, Claudia Lescano, “el ejercicio físico libera endorfinas que contribuyen a liberar el estrés y a sentirse más relajado”.
En relación a la actividad física en sí, está científicamente comprobado que practicar algún tipo de deporte regularmente es fundamental para mantener una salud óptima.