Los hospitales de Nepal empezaron el martes a entregar a las familias los cuerpos de las víctimas del accidente de avión ocurrido dos días antes, en la peor tragedia aérea en este país desde hace tres décadas.
El avión, un bimotor ATR 72 de la compañía nepalesa Yeti Airlines con 68 pasajeros y cuatro tripulantes a bordo, se estrelló en un barranco cerca del aeropuerto de Pokhara, puerta de entrada de senderistas de todo el mundo.
La totalidad de los ocupantes del aparato, entre ellos 15 extranjeros –cinco indios, cuatro rusos, dos coreanos, una argentina, un australiano, un irlandés y un francés– y seis niños, están muertos, según las autoridades.
Los rescatistas han trabajado sin descanso desde el accidente para recuperar los restos de las víctimas entre los fragmentos del aparato, el fuselaje y los asientos calcinados en el fondo del precipicio, de unos 300 metros de profundidad.
El martes, 70 cuerpos de los 72 habían sido recuperados, declaró el oficial de policía AK Chhetri.
“Encontramos un cuerpo anoche. Pero eran tres trozos. No estamos seguros de si se trata de tres cuerpos o de uno solo. Se confirmará después con un test de ADN”, explicó.
“Se reanudó la búsqueda de los cuerpos que faltan. Hoy [martes] hemos movilizado cuatro drones para eso, y hemos ampliado el radio de búsquedas a tres kilómetros en lugar de dos”, añadió.