El sábado por la noche, un joven de 19 años que trabaja como repartidor en una heladería terminaba su jornada laboral en el microcentro santafesino. Al llegar a la intersección de calle 1 de Mayo y J.P López es abordado por dos hombres en una moto y le apuntan con intenciones de robarle su motovehículo. Al resistirse le disparan en la cara y escapan.
Cerca de las 3 de la mañana de ese día, el joven ingresa al Hospital Cullen y es atendido por una herida de arma de fuego en el pómulo, en el lado derecho y permanece internado hasta esta mañana que fue dado de alta.
Horacio, padre del joven, comentó al móvil de Luis Amsler por LT10 “damos gracias a Dios porque está fuera de peligro pero estamos preocupados porque no sabemos del después. El tiene esquirlas en el rostro, se tiene que hacer estudios, yo viene aquí en el Cullen a pedir turno para el miércoles” pero puntualiza que “me parece una locura que le hayan dado el alta tan rápido”.
El padre del joven cuenta que según le relató su hijo se le pararon al lado, le dispararon y luego le pidieron la moto y su hijo reflexionó que “si yo me bajo de la moto me rematan. Amague a bajarme, acelere y agarre contramano pero gracias a Dios no me chocó un auto. Porque si no me mata el tiro me mata un auto” y el mismo se va hasta un puesto de seguridad en Aristóbulo y J. P. Lopez.
En este sentido el padre dice que no se explican cómo llegó al lugar por la cantidad de Sangre que perdió y detalla que el disparo fue “con el casco puesto. Por eso el tiene en el pómulo derecho y la bala salió por abajo del lóbulo izquierdo, debajo de su oreja y el tiene esquirlas adentro de su rostro”.
Horacio reflexiona en que no es el primer intento de robo que sufre pero nunca como este.