La situación de violencia y narcotráfico en el país, y particularmente en Rosario, es ya insostenible, y la sociedad demanda respuestas. En ese contexto, Jorge Giacobbe realizó una encuesta de la que se desprende que el 66,6 por ciento de los argentinos quiere que la ciudad del sur provincial sea militarizada, contra un 20 por ciento que está en contra.
En diálogo con LT10, el politólogo evaluó esa información. “Hay varios datos interesantes que se desprenden de esta mirada”, sostuvo. “Cualquiera que ve esto en términos ideológicos podría decir que (ese 20 por ciento) es la opinión del kirchnerista. Pero el kirchnerismo mide más o menos 30 o 35 por ciento. Es decir, hay una parte del votante kirchnerista que también está de acuerdo con la idea de militarizar Rosario. Y eso habla de un cambio cultural muy importante respecto de toda esa vergüenza y ese oprobio sobre la imagen de las fuerzas de seguridad que se construyó tras la violencia de los años 70”.
Además, Giacobbe sugirió que ese casi 67 por ciento que quiere militarizar rosario seguramente “no estará de acuerdo con la idea de que envíen a los ingenieros del Ejército, a la banda de música o a los cocineros, sino que quieren a los que van ‘calzados’”.
“Aquí hay un gobierno que no entiende que hay una opinión pública que está pidiendo a gritos que el Estado cumpla el rol del padre. Que alguien venga y ordene la cuestión”, sentenció. “Los argentinos tienen claro que este país está absolutamente enquilombado. Y que cualquiera le toca el c… al Estado: organizaciones por derecha y por izquierda, del mundo de lo legal y de lo ilegal. Cualquiera ocupa la calle: el sindicalismo, las organizaciones que manejan planes sociales, los pseudomapuches te pueden disputar el territorio y también lo puede hacer el narcotráfico. Si hay alguien que no está en el lugar de lo público es el Estado y me parece que los argentinos lo están pidiendo”, insistió.
En otra pregunta de su informe, el 60 por ciento de los encuestados respondió que en Argentina hay carteles de narcotráfico y que se sabe públicamente, y otro 24 por ciento dijo que en hay carteles de narcotráfico pero que todavía no es de público conocimiento. Eso suma el 84 por ciento de la población. “Apenas el 13 dice que no hay carteles, y que hay solo distribución para consumo, que es lo que dice la política. La política está en la posición minoritaria, mientras la opinión pública se dio cuenta de que esto es una joda”.
Sobre las perspectivas a futuro, el especialista planteó un escenario muy complejo. “Cuando la política se da cuenta y le quiere declarar la guerra al narco, viene una guerra muy abierta donde el narco te disputa el territorio. Esa es la fase número tres, y es lo que estamos empezando a ver ahora con horror, pero lo sabemos hace 20 años. Si un gobierno decide plantarse frente al narcotráfico, va a haber un momento muy duro que vamos a tener que transitar. Porque el narco un día te va a dejar 12 cuerpos colgados de la avenida General Paz. Vamos a tener que atravesar un trauma, que es el mismo que atravesó México, Colombia o Perú”.
Y concluyó: “Lo fantástico es ver que la gente se dio cuenta de que hay políticos que en los últimos 20 años creyeron que pueden negociar con el narcotráfrico. Políticos que no pueden hacer cordones cuneta. Gente que no sirve para nada, que no puede hacer la ‘O’ con un vaso, pero han creído que pueden negociar con el narcotráfico. Es ridículo”.