Sebastián Méndez debutó como entrenador con un empate 0-0 en el 15 de Abril ante Tigre. Si bien es cierto que mereció más, al menos quedó el aspecto positivo de que se logró cerrar el arco, algo que no venía logrando y que era lapidario en la meta de pensar en una levantada.
Sin embargo, ante Arsenal mostró que está flojo de mandíbula y terminó perdiéndolo en el final, tras arrancar ganándolo. Una situación que agudizó la crisis y afloró los problemas que se reiteran. Motivos que llevan a un trabajo a destaco a Gallego que, además de lo futbolístico, debe enfocarse también en lo anímico.
Por lo pronto, al cerrarse la 13ª fecha, Unión sigue último y, además, está entre los más goleados de la Liga. Marcó solo ocho y le hicieron 20, solo por encima de Gimnasia, que tiene 22. Esto sin dudas revela las fragilidades generales en defensa y también en ataque, con un escaso poder de fuego.
Así que el técnico no solo tiene que encontrar los intérprete más acordes arriba, sino también ver qué es lo mejor para cuidar el arco propio, donde claramente le cuesta un montón. Algo clave en la meta de pegar la ansiada remontada, pero sin triunfos será complicado.