Cuando tomó las riendas, Néstor Gorosito sabía que lo primero que tenía que hacer era levantar al grupo en lo anímico. Luego, cortar la malaria sin victorias, algo que se demoró más de lo esperado, hasta que se dio ante Boca. Quedaba nomás volver a quedarse con los tres puntos en casa, que se le venía negando. Fue así se sacó la mufa que faltaba con el 2-1 ante Vélez.
Ahora, con el triunfo ante Banfield 2-0 no solo mantuvo la tesitura protagonista en Santa Fe, sino que extendió su invicto en el Brigadier López a seis encuentros, con cuatro empates y dos victorias. Todas con Pipo como entrenador.
Claramente sus métodos vienen dándo sus réditos y el Sabalero es competitivo. Está claro que no luce, pero al menos ahora hace goles y, por si fuera poco, no le convierten tanto. Fundamental para empezar a mirar más arriba tras estar 10 fechas último.
Quizás antes la presión de la gente era un efecto que le jugaba en contra, pero ahora la historia cambió y Colón aprovecha este empuje para encontrar un plus. Una forma de animarse a más sabiendo que queda camino por delante.