El pasado miércoles 2 de agosto, el Pami, uno de los organismos más grandes del estado, sufrió un ciberataque que paralizó por completo sus sistemas informáticos y afectó la prestación de servicios en todo el país.
La obra social de los jubilados había sido víctima de un ransomware, un tipo de software malicioso que luego de comprometer un equipo y extraer información importante, encripta los datos, impidiendo a los usuarios acceder a sus plataformas. Posteriormente, los piratas informáticos exigen un rescate económico en criptomonedas a cambio de proporcionar la clave necesaria para desbloquear los sistemas afectados.
Detrás del ataque se encuentra un emergente grupo de ciberdelincuentes conocidos como Rhysida, una organización que apareció en escena a fines de mayo pasado tras penetrar un blanco de alto perfil: el Ejército de Chile. Rhysida recurre a diferentes métodos para acceder a los sistemas de sus víctimas, entre ellos el phishing, correos electrónicos falsos que simulan ser de fuentes confiables, y que contienen archivos adjuntos o enlaces que descargan el ransomware en el sistema de la víctima.
Integrantes de Rhysida, confirmaron tener en su poder más de 1 TB de documentos financieros de la entidad e información personal de los afiliados. “Las declaraciones de los representantes del Pami en los medios de comunicación de que no han perdido datos personales e importantes son mentira”, afirmaron vía correo electrónico a Rosario 3.