En el campo de la creatividad hay una técnica recurrente llamada tormenta de ideas, que consiste en que todos los miembros de un equipo aporten sus propuestas de manera grupal y en voz alta. Pero en los últimos años empezó a ganar terreno un recurso alternativo: el brainwriting ó 6-3-5.
En toda organización habitan personas más introvertidas que otras y que no siempre se sienten cómodas en ciertas dinámicas de grupo. Además, puede ocurrir al trabajar con compañeros, no poder aportar sugerencias y propuestas debido a factores como la mala comunicación, los desacuerdos o que no haya turnos para dar una opinión. En cambio, este método optimiza la innovación en la empresa y evita esos inconvenientes mencionados.
Fue diseñado por el experto en marketing Bernd Rohrbach en 1969 y el objetivo es sustituir el pensamiento en voz alta por ese razonamiento más íntimo, profundo y meditado que facilita la escritura.
Para el brainwriting es fundamental elegir un moderador que informe, guíe y dinamice. Y seguir estos pasos.
Primera fase: crear grupos de seis personas que, en turnos de cinco minutos, redacten tres ideas. Para ello, el moderador lleva cabo las siguientes acciones:
– Exponer el problema o un objetivo a alcanzar.
– Organizar pequeños grupos de seis personas cada uno.
– Sentar a los empleados en una mesa junto a papel y lápiz.
– Pedir que creen tres ideas que estén en sintonía con lo expuesto.
– Informar a los grupos que tendrán cinco minutos para llevarlo a cabo.
Segunda fase: pasar las ideas al compañero para que se inicie una nueva ronda. Todos recibirán las propuestas de otro y, a partir de lo que lean, generan tres ideas más. El ciclo se cierra cuando los seis miembros leyeron y completaron todas las hojas de todos los compañeros.
Tercera fase: socialización. La herramienta para estimular la creatividad e innovación finaliza con la puesta en común de todas las ideas y la valoración de las mismas. En este punto se pasa del medio escrito a la comunicación oral, para discutir, analizar y elegir las propuestas más valiosas. Solo quedará la instauración de las mismas.
Los beneficios de esta estrategia son:
– Evita los bloqueos
– Reduce el conformismo social
– Disminuye los conflictos interpersonales
– Favorece el sentido de pertenencia al equipo
– Potencia el procesamiento de las ideas compartidas
– Es muy ordenada por lo que evita perder tiempo
– Impide que la generación de ideas se desvíe del tema central
– Desactiva o evita las diferencias de estatus entre los empleados
– Deja de existir la clásica presión de ajustarse al grupo o de pensar todos lo mismo para no ser juzgados