Una de las medidas anunciadas por el presidente Javier Milei es la derogación de la Ley de Alquileres, una ley muy polémica y cuestionada por todas las partes, pero cuya desaparición genera mucha incertidumbre para quienes tienen que renovar contratos en los próximos meses.
Mauro Rueda, integrante de un nuevo grupo de inquilinos autoconvocados, y que participó de la manifestación de anoche en contra de las medidas de Milei, aseguró por LT10 que "el decreto del presidente, entre varias cosas que toca, hay dos cuestiones puntuales que afectan a los inquilinos y el acceso a la viviendas, que son tumbar la ley de alquileres y la ley de tierras que abre una compuerta a que sea todavía más desigual el acceso a la vivienda".
En este contexto, plantean en primer lugar, "hacer todo lo posible para que el DNU no corra vigencia".
Además, reconoce que "la ley de alquileres actual es mala, que no contempla como nos gustaría los derechos de los inquilinos, y alquilar en Argentina no es un problema que arrancó el 10 de diciembre. Es un problema del 20% de la población argentina que tiene que alquilar para tener un techo sobre su cabeza".
En tanto, afirma que se abre un debate en el Congreso sobre si se modifica la ley actual, si se retrotrae a la ley del 2015 o si se deja sin marco regulatorio el tema de los alquileres de vivienda. "Si este es el caso, es un duro golpe porque sabemos que lejos está la realidad de ser un acuerdo entre partes iguales y es donde una parte dominante, las inmobiliarias, están sobre los inquilinos".
Asimismo, destaca que "acá el gran beneficiario no es el propietario que tiene una casa o hasta tres, sino que hay una ganancia de las inmobiliarias en recaudación del servicio que se traslada a los inquilinos. El principal problema es que está atada a la inflación, y en la Argentina está por los aires y con el ajuste salarial, es muy complicado que el acceso al alquiler sea para todos y todas, y después cada cuánto se actualizan los montos".