Un cambio de camisetas en Rosario Central no pasó desapercibido entre los hinchas. Maximiliano Lovera, héroe de la conquista de la Copa de la Liga Profesional 2023, usará esta temporada la 7 y dejó vacante la 11. Ese número está guardado para una persona especial, nada menos que Ángel Di María, quien este martes dialogó con TyC Sports y no gambeteó ninguna pregunta sobre su posible regreso.
"Capaz que le gustaba la 7 a Lovera y la cambió, ja. No me fue muy bien con la 7 en el United y en la Selección, así que la dejamos", bromeó Fideo, que actualmente brilla en Benfica y tiene contrato en Portugal hasta mediados de este 2024.
Si bien en su ciudad natal empiezan a contar los días para verlo vestido nuevamente con la camiseta auriazul, la misma con la que debutó allá por 2005, el extremo zurdo paró la pelota: "Estoy tranquilo. Quería venir un año a Benfica y a partir de ahí ver lo que pasaba. Vi que la 11 no la tiene nadie, porque me llegan comentarios de mis amigos, pero estoy tranquilo, viendo qué es lo que pasa".
Cada vez que habla del club de sus amores, a Di María se le dibuja una sonrisa. Aunque de un momento para el otro le cambió la cara y disparó: "Me molesta que digan que están arreglando el estadio, que están haciendo cosas para mí, para que el club esté en perfectas condiciones. Jamás pedí nada, tengo muy buena relación con Gonzalo (Belloso), vivo hablando con él, pero jamás le pedí nada de nada. Se están haciendo estas cosas porque quieren que el club realmente sea lo que es Central para el mundo".
Y volvió a remarcar: "Mi cabeza está tranquila y si se tiene que dar, se dará. Pero yo no pedí nada para volver y lo que está haciendo la dirigencia de Central ahora es para aplaudir".
En diciembre del 2022, Fideo celebró la obtención de la Copa del Mundo con la Selección Argentina, mientras que en el cierre del 2023 festejó la vuelta olímpica de la Academia rosarina en Santiago del Estero: "Muy feliz, muy contento. Lo bueno era darle una alegría a la gente, que tanto la necesitaba y se merecía. Siempre se habla de River y de Boca, y hay mucho respeto hacia ellos porque son los más grandes, pero Central llena la cancha todos los partidos. Cuando está mal y cuando está bien no hay menos de 40 mil personas en la cancha. La gente se merecía más que nadie un título así. Me pone muy feliz por Miguel (Russo), que es un entrenador histórico para el club".
Ahora, los dirigidos por Russo tendrán otro gran objetivo este año, la Copa Libertadores, y, más allá de mostrarse cauto, el ídolo albiceleste no pudo ocultar sus ganas de ser parte: "La verdad que me gustaría volver a jugar una Libertadores con Central. La jugué una vez cuando tenía 17 años, era muy chico y no pude vivirla tanto. Pasó muy rápido mi paso por Central. Sería un sueño poder ganarla, algo muy lindo. Es un sueño ganar un título con Central y me gustaría cumplirlo. Pero ganar la Libertadores ya no es ni un sueño, sería más que eso, algo histórico y el mejor broche final que podría tener mi carrera".
Ya sobre el cierre, Di María profundizó sobre su estado físico y futbolístico, aclaró que se siente en plenitud a sus 35 años y aseguró que no está cerca de colgar los botines: "Me pone muy feliz estar de esta manera y siempre lo dije: cuando quiera volver a Central me gustaría hacerlo de la mejor manera, sintiéndome bien y creo que sigo así. Volver para retirarme o pensar que en un año me retiro es un pensamiento de mediocre, de voy por ir, y no me gusta". Y cerró, otra vez con la Copa en la cabeza: "La Libertadores es más que un sueño y pelearía a muerte para poder lograrla. Cuando me toque volver voy a estar al 100%".