Ezequiel Francisco Curaba, murió tras sufrir quemaduras en el 90 por ciento del cuerpo mientras intentaba robar cables subterráneos de la Empresa Provincial de la Energía en avenida Presidente Perón al 6000, en la ciudad de Rosario.
A pesar de haber podido advertir los embates del fuego en su cuerpo, muchas personas no pudieron sensibilizarse y volcaron en redes sociales comentarios en contra del joven. Sin piedad. Atendiendo esas consideraciones, Melina Gigli, docente de la escuela Carlos Fuentealba del Barrio Santa Lucía a la que asistía Ezequiel, decidió reivindicarlo, también utilizando el medio digital.
“Él era Eze, mi alumno, nuestro alumno.
Él era muy dulce y andaba con un carro.
Tuvimos muchas mañanas de mates y sonrisas.
Le gustaban los cuentos pero no leer.
Estamos en deuda. Qué crueldad. Él tiraba de un carro, andaba cirujeando”, escribió la docente de barrio Santa Lucía, quien conocía al joven desde chico, pero que no pudo reconocerlo en ese espectro quemado vivo del video.
Ezequiel había abandonado la escuela. Los docentes lo vieron por última vez cartoneando por el norte de la ciudad, en la Zona Cero, pero aseguran que siempre que andaba por el barrio iba a la escuela. “Otro alumno más que se nos va, muy joven, casi niño, de la peor manera. A Ezequiel no lo mató la policía como a Jonatan Herrera o a Pichón Escobar. Tampoco lo mataron los narcos como a Maite o a Maxi Jerez. A Ezequiel lo mató la pobreza, la desigualdad, la miseria de una sociedad que no puede ser más injusta. ¿Hasta cuándo? Desde Amsafe Rosario volvemos a gritar ¡Basta de matar a Nuestrxs Alumnxs!”, manifestaron desde el gremio docente estatal.