El número 2 del mundo, Carlos Alcaraz, reconoció en conferencia de prensa que “hay muchas cosas para mejorar de cara al próximo partido”, tras el triunfo en su debut en la actual edición del Argentina Open.
El español, que derrotó por 6-2 y 7-5 al local Camilo Ugo Carabelli, detalló que “fue un partido difícil. Hubo nervios al entrar como en la primera ronda de cualquier competición”, aunque le quitó dramatismo a la situación: “Es mi primer partido en polvo de ladrillo desde Roland Garros y es difícil agarrar otra vez el ritmo de la competición”. Y añadió: “A excepción de ciertos momentos en los que tuve más errores de la cuenta, hice un buen partido”.
El triunfo de hoy significó el número 160 para Alcaraz a nivel ATP. Cuando fue consultado al respecto, dijo: “Es muy bueno y fueron buenos años. Es un gran número, pero esperemos no estancarnos ahí”.
Con respecto al nivel de su rival, destacó que “me dejó muy buenas impresiones. Sabía que era un jugador duro y la verdad que me dejó sorprendido. Tiene nivel para seguir avanzando y creciendo”. Y reveló que durante la charla que tuvieron en la red el argentino le dijo que le iba a regalar la camiseta de su equipo.
El rival de Alcaraz en los cuartos de final será el italiano Andrea Vavassori, a quien reconoció haberlo visto jugar muchas veces: “Antes era de dobles y se fue consolidando cada vez más en singles”.
Por último, se refirió a cómo canaliza los errores: “Intento no tropezar con la misma piedra dos veces. Después del partido con Djokovic en las semis de Roland Garros (donde la cabeza le jugó una mala pasada y se le acalambraron las piernas), dije que si estaba en la misma situación no me iba a volver a pasar eso y en Wimbledon lo mejoré”.
Alcaraz, primer preclasificado y número 2 del mundo, busca defender con éxito el título conseguido el año pasado en Buenos Aires.