La causa por las armas plantadas utilizadas en atentados contra el gobierno provincial en un operativo policial para ensuciar a una banda narco empieza a develar internas en la fuerza policial. El fiscal Franco Carbone denunció filtraciones y resistencias que embarran su investigación.
“Tristemente nos estaban esperando. Uno de los policías se presentó el sábado a la tarde en Asuntos Internos diciendo que se había enterado de que esa noche lo iban a detener y allanar”, explicó.
Finalmente este miércoles la Justicia imputó a tres de los cinco policías que fueron detenidos esta semana, acusados de encubrir a una banda que durante enero pasado cometió balaceras en distintos lugares públicos. Una de las movidas para encubrir fue plantarle las armas a un joven vinculado con la banda de “Los Tripi”. El fiscal aseguró que los policías “conocen a los autores, reciben las armas, encubren a los autores y quieren inculpar falazmente a la facción rival”.
Luego reveló que cuando realizaron allanamientos contra la banda de Mauricio Ayala, la que en teoría buscó favorecer el grupo de policías acusados en detrimento de los Tripi ya "había indicios de que estaba filtrando”.
Sin embargo sostuvo que lograron avanzar gracias al trabajo conjunto con la división de Asuntos Internos de la Policía y de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE). “No hubiésemos podido haber ahondado en esta trama de corrupción de estos narcos con uniforme azul”, señaló .