Luego del partido mucho se habló y el presidente del Rojo, Néstor Grindetti, fue más que contundente. "En la TV se ve que fue. Las jugadas se pueden discutir o no, lo que no puede pasar es que el VAR no llame. Ahí es donde aparece la suspicacia".
Luego de todo lo sucedido en el encuentro entre Barracas Central e Independiente, los focos estaban puestos en el arbitraje del partido que jugaron en Avellaneda el Rojo y River. El clásico fue un partidazo, pero tuvo una jugada polémica que pudo cambiar el resultado del encuentro.
Ocurrió sobre el cierre del encuentro cuando Gabriel Ávalos recibió la pelota en el área y, cuando estaba listo para definir, Leandro González Pirez intentó cruzar al delantero quien se derrumbó, generando que todo su equipo reclame penal. La jugada fue revisada pero no cobrada por el cuerpo arbitral.
Además, el propio Ávalos también lanzó su opinión antes de retirarse del estadio. "Para mí fue penal", sentenció el delantero del Rojo en rueda de prensa. Y luego explicó la jugada: "Siento el contacto abajo que me hace caer, si no me quedo con la pelota".