El socavón de 9 de Julio y Bv. Pellegrini alertó una vez más sobre los constantes hundimientos que se dan en determinadas zonas de la ciudad. A poco de haber culminado las obras del que se produjo en la vereda del Estadio Ángel Malvicino, nuevamente ASSA y el municipio intentan determinar las condiciones en las que se encuentra el conducto de la cloaca máxima.
Para eso, recurrieron en esta oportunidad a la colaboración de especialistas de la facultad de Ingeniería y Cs. Hídricas de la UNL que aportó un georradar para analizar en profundidad la situación.
Ante el complejo escenario, la decana de la FICH, Ing. Marta Paris explicó por LT10 que el resultado del relevamiento estará en los próximos días, y precisó que este miércoles se realizaron intervenciones con el georradar tanto en el socavón de 9 de Julio y Bv. Pellegrini como en el hundimiento detectado en Bv. Gálvez entre Sarmiento y Alberdi.
"Ayer se utilizó el georradar y nuestros especialistas están haciendo la interpretación de lo observado. Para que se entienda, lo que se hace es una especie de ecografía sobre el terreno. Hay muchas cosas debajo del suelo y es necesario cruzar mucha información para que la interpretación sea la correcta", consideró la ingeniera.
Consultada sobre el último socavón, lo que adelantó Paris es que se está siguiendo el trazado de la cloaca máxima, conducto que funciona como un canal. "Sucede que ese conducto a veces tiene una sobrecarga mayor ua que es posible que reciba los drenajes pluviales domiciliarios y eso hace que no funcione bajo los parámetros para el que está diseñado y lo haga bajo presión o más forzado", explicó.
Este mal funcionamiento ocasiona que se rompa en los puntos más críticos que generalmente son las juntas: "Los desagües pluviales no deberían estar conectados a la cloaca máxima porque nosotros tenemos un sistema que tiene el pluvial y el cloacal separados y así deberían estar funcionando", señaló.