Ya escaló casi a una cuestión de Estado. Ya no es un deseo, un capricho. Es, prácticamente, uno de los temas centrales de la gestión del presidente de Francia Emmanuel Macron. El mandatario quiere, o, mejor dicho, necesita que la figura de la Selección de su país, Kylian Mbappé, esté presente en los próximos Juegos Olímpicos de París. Se hizo absolutamente cargo de la negociación con Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, probable futuro equipo del ex Paris Saint-Germain, y, aunque debe sortear muy complejos obstáculos, confía en que conseguirá una victoria tan deportiva como política.
Hace menos de dos semanas, Macron “le metió presión” al presidente del Real Madrid y le solicitó que libere a Mbappé para las Olimpiadas que se celebrarán en la capital francesa entre el 26 de julio y el 11 de agosto. En una entrevista y con algo de prudencia, dado que en realidad el delantero no fue oficialmente anunciado en el Merengue, pero todo indica que se incorporará al equipo en este verano europeo, confesó lo siguiente: “He metido la máxima presión al que se cree que será el club de Mbappé para que esté en los Juegos”. El máximo goleador histórico del PSG, por su parte, asegura que quiere estar en la cita olímpica como una de las tres excepciones mayores de 23 años, pero dice que respetará cualquiera sea la decisión de su próximo club. Macron, por amplio margen, se muestra menos dócil que el propio jugador.
Tanto así, que volvió a presionar a Florentino Pérez, que ya había sido claro y contundente con sus argumentos. La FIFA realizó ayer martes una ceremonia conmemorativa del 120º aniversario de la organización en París, con figuras del fútbol mundial y dirigentes de los clubes afiliados a la FIFA más importantes. Pérez llegó desde España a las 9.30 de la mañana, en compañía del director de Relaciones Institucionales del Real Madrid, Emilio Butragueño. Casualmente, en el evento en el que el presidente de la entidad, Gianni Infantino, pronunció un discurso, a Pérez le tocó sentarse en la misma mesa que Emmanuel Macron, que insistió con su petición. Pero, aparentemente, el mandatario del Madrid volvió a aferrarse a su postura.
¿Cuál? Que la Casa Blanca no cederá a los Juegos Olímpicos a ningún jugador que haya jugado la Eurocopa. Desde el club, ya le notificaron por correo a la Federación Francesa de Fútbol que ninguno de sus atletas galos podrá acudir a ambas competencias, ya que los equipos tienen derecho a que así suceda, puesto que la cita olímpica no es un evento de la FIFA, como sí lo es la Eurocopa. En la misma situación en la que estaría Mbappé, en caso de confirmarse su nuevo destino, aparecen Ferland Mendy, Aurélien Tchouaméni y Eduardo Camavinga.